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Oihana López Goñi y Elena Lacabe Azcona Comisión por la defensa del aborto en Nafarroa

El ¿negro? futuro

Que quede claro: las mujeres no cometemos un delito cuando abortamos, sino que ejercemos nuestro derecho a decidir sobre nuestro cuerpo

Sanz ha hablado y ha dicho que ve el futuro de Nafarroa «negro». Para él la causa de esa oscuridad parecer ser que no nacen suficientes criaturas. Le tiene sin cuidado el hecho de que no se cumplan los mandatos legales sobre las prácticas de abortos por embarazos no deseados. A nosotras nos importan, y mucho, los derechos de las mujeres. Sobre todo el derecho a decidir sobre su maternidad, por eso nos animamos a opinar.

En primer lugar queremos señalar que en la actualidad la IVE (interrupción voluntaria del embarazo) sigue siendo un delito y, como tal, está penalizada entre el delito de homicidio y el de lesiones. Solamente está despenalizada en tres supuestos: salud materna, malformación del feto y violación.

Estos últimos días UPN, a raíz de la moción presentada por el PSN e IU para que se cumplan los supuestos despenalizados por la ley del aborto, se ha manifestado y ha expuesto su opinión. En referencia a las declaraciones del señor Sanz de que respetará la objeción de conciencia del personal sanitario, nos parece indignante que respetar los derechos de algunas y algunos profesionales sanitarios suponga pasar por encima de los derechos de las mujeres. Ustedes que dicen ser tan amigos de la legalidad y de los derechos ¿cómo pueden mantenerse al margen de la legalidad? Que las y los profesionales sanitarios tengan derecho a la objeción de conciencia no quiere decir que, en consecuencia, no sea respetado el derecho a interrumpir voluntariamente el embarazo ni siquiera en los supuestos despenalizados. Por lo tanto, Osasunbidea y el Gobierno de Nafarroa tienen la responsabilidad y el deber de garantizar e implantar las vías necesarias para llevar a la práctica la ley de modo que las mujeres puedan ejercer su derecho.

El Gobierno de UPN establece su política de control de la natalidad pronatalista señalando que es necesario para el progreso de Nafarroa. Nuevamente estamos siendo sometidas, como a lo largo de toda la historia, al control de nuestro cuerpo según las necesidades de los poderes fácticos que forman parte de la estructura del sistema patriarcal minuciosamente diseñado para dominar a las mujeres, y ante esto decimos ¡no! No al control de nuestra vida sexual y reproductiva porque esas políticas están afectando directamente a la vida de las mujeres. Aunque no le guste a más de uno, las mujeres somos dueñas de nuestros cuerpos y, por lo tanto, queremos decidir sobre nuestra salud sexual y reproductiva. Exigimos el derecho a disponer de los medios que nos permitan llevar a cabo nuestras decisiones, libres de coacción y violencia.

Volviendo a las palabras del señor Sanz, donde dice que «el futuro es negro», en referencia a que sería nefasto para el progreso de Navarra no fomentar la natalidad, nos gustaría comentar algo de lo que dice. El futuro es negro, efectivamente, si su Gobierno quiere anular la capacidad de decisión de la mitad de la población e incumple la ley. Es negro si no se ponen en marcha o implantan políticas de promoción de salud sexual y reproductiva, sino que se eliminan servicios y programas de índole educativa ya implantados con éxito. Es negro si se reducen servicios y prestaciones asistenciales y hay listas de espera de dos o tres años para hacer una revisión ordinaria. Es negro si el número de IVEs sigue aumentando sobre todo en mujeres jóvenes y no se hace nada. ¿Dónde están sus políticas preventivas? Es mejor mirar a otro lado y limpiarse la conciencia mandando a las mujeres a la comunidad vecina, dónde va a parar, eso es mucho más progresista. Por el contrario, lo que sí le va a este Gobierno es financiar a los grupos mal llamados pro-vida (mejor llamados anti-elección). Eso está muy bien para las bien avenidas familias navarras y el fomento de la natalidad.

Desde la Comisión por la defensa del aborto en Nafarroa creemos que la actual Ley del Aborto está siendo una ley de alto riesgo legal, muy dura para las médicas y médicos que la practican y, en ocasiones, también para las mujeres. Los márgenes de la ley son realmente estrechos y la realidad social ha buscado el subterfugio legal de «la salud psíquica materna» para poder así entrar dentro del marco de la ley. Pero la realidad del día a día nos enfrenta al verdadero problema de las mujeres: la necesidad real de poner fin a un embarazo que no se ha deseado. Que quede claro: las mujeres no cometemos un delito cuando abortamos, sino que ejercemos nuestro derecho a decidir sobre nuestro cuerpo.

Por todo ello reclamamos el derecho de las mujeres a interrumpir un embarazo que no desean, sin entrar a considerar las causas que motiven su decisión, facilitándoles los recursos legales y sanitarios para ello, en reconocimiento de los derechos reproductivos de las mujeres. Nadie puede arrogarse la autoridad para valorar y decidir sobre las causas que una mujer tiene para interrumpir su embarazo. Esta situación se padece porque el aborto está tipificado como delito en el código penal.

Consideramos urgente el seguir planteando la reivindicación histórica del movimiento feminista del reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos, y entre ellos el derecho al aborto.

Por eso ante la moción presentada por PSN e IU nosotras seguimos planteando el cumplimiento inmediato de la ley; la modificación de la actual Ley Despenalizadora del Aborto, aborto libre; aborto gratuito en el Servicio Navarro de Sa-lud/Osasunbidea; centros públicos adecuados de asesoramiento y apoyo en salud sexual y reproductiva.

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