A seis años del 11-S, EEUU reconoce que Al Qaeda se ha fortalecido
Tras obligar a huir a los talibán y al calor de la invasión de Irak, el presidente Bush alardeaba en 2003 de que el liderazgo de Al Qaeda había sido desarticulado. Hoy, seis años después de los ataques del 11-S, los servicios de inteligencia de EEUU reconocen que el núcleo central de la red de Osama Bin Laden se ha fortalecido y elogian su aparato mediático. Un aparato que anunció ayer un segundo vídeo del hombre más buscado del mundo para los próximos días.
GARA |
El núcleo central de Al Qaeda se ha fortalecido y funciona a pleno rendimiento a nivel organizativo y mediático. Es la conclusión a la que han llegado los servicios secretos estadounidenses y que ha avanzado el diario «The Washington Post».
Sus informes sitúan al núcleo de la red de Osama Bin Laden en las zonas tribales fronterizas del noroeste de Pakistán. Estas regiones montañosas, situadas en las faldas del Hindu Kush, nunca sometidas por conquistador alguno desde Alejandro Magno hasta el imperio británico, son habitadas por tribus pastunes, la misma etnia que los talibán afganos, y practican un islamismo muy rigorista.
Washington insiste en que Bin Laden, oficialmente el hombre más buscado del mundo y buscado por comandos de élite estadounidense desde finales de 2001, se refugia con sus lugartenientes en esta zona. Fuentes próximas al Ejército paquistaní confirman que su hijo y presumible delfín al frente de Al Qaeda, Hamza, ha sido localizado recientemente en esta región.
Varios servicios secretos aseguran haber constatado la presencia regular del número dos de Al Qaeda, el médico egipcio Ayman al-Zawahiri, en la zona, junto con varios «comandantes» del movimiento armado.
Aparato mediático eficaz
Los analistas añaden que el aparato mediático de Al Qaeda, Al Sahab, parece más potente que nunca y que podría ser el aparato de propaganda más efectivo jamás puesto en marcha por una organización armada.
Una web islamista anunció un nuevo vídeo de Bin Laden -tras su reaparición el pasado viernes- en el que presentará, esta vez, el testamento de otro de los atacantes del 11-S, Abu Musab Waleed al Shehr.
Fuentes de inteligencia estadounidenses cifran en unos 200 los miembros del núcleo central de Al Qaeda. Todos ellos recibirían un salario y serían regidos por una Shura o Consejo, «un organismo colegiado que tomaría las decisiones importantes y que sería el encargado de informar a Bin Laden, quien se ocupa solamente de ratificar algunas decisiones importantes». La Shura se reúne con una frecuencia tal que puede hablarse de una organización en toda regla.
Por debajo de este Consejo estarían distintas células, encargadas de misiones muy concretas, como la financiación y la logística, pero sus miembros sólo conocerían a unos pocos compañeros de filas para impedir la infiltraciones, aseguran fuentes militares paquistaníes.
Siempre según estas fuentes, este núcleo duro de Al Qaeda permanecería habitualmente en Pakistán, pero algunos de sus miembros viajarían eventualmente al vecino Afganistán, a Irak y al norte de África.
Al margen de la credibilidad de estos análisis, de lo que no cabe duda es de que Bush volvió a errar cuando en 2003 aseguró que, pese a no haber capturado a Bin Laden, sus lugartenientes «ya no son una amenaza para EEUU», ya que el liderazgo de Al Qaeda estaba desarticulado.
El general David Petraeus, máximo responsable militar en el Irak ocupado, comparecía ayer ante las comisiones de las Fuerzas Armadas y de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes. Según `The New York Times», Petraeus tenía previsto confirmar la posibilidad de retirar a una brigada (4.000 efectivos) para mediados de diciembre, aunque iba a pedir una prórroga de seis meses antes de recomendar una reducción significativa de las tropas.
Su comparecencia, junto al embajador de EEUU en Irak, Ryan Crocker, coincide con filtraciones que apuntan a divergencias crecientes en el Ejército estadounidense. El almirante William Fallon, jefe de operaciones en Oriente Medio y superior inmediato de Petraeus, criticó duramente hace una semana el refuerzo con 30.000 efectivos realizado este año por el Ejército en Irak y tendría elaborado un plan para la retirada.
En plenas disensiones internas y con la mayoría demócrata presionando, la Administración Bush ha decidido pisar el acelerador y su embajador ante la AIEA despreció el intento de esta agencia internacional atómica por consensuar con Irán un calendario para aclarar, de aquí a fin de año, la naturaleza del programa nuclear del Gobierno de Teherán. El director de la AIEA, Mohamed ElBaradei pidió a EEUU que le dejen trabajar.
En este clima, el director de inteligencia de EEUU, Michael McConnell, aseguró que el grupo chiíta libanés Hizbulah, «que en el pasado ha atacado intereses de EEUU en el mundo, podría atentar en suelo americano en los próximos tres años» dependiendo del dossier iraní.