Miles de personas participaron en actos de homenaje al ex presidente Salvador Allende y para condenar el golpe de Estado que lo derrocó el 11 de setiembre de 1973. La Policía reprimió con dureza estos actos, que terminaron con 147 detenidos.

Pese a ello, la jefa del gobierno regional del área metropolitana de Santiago, Adriana Delpiano, consideró la del domingo «una jornada tranquila dentro de la situación que se podía prever».

Unas cinco mil personas se reunieron en la Plaza de los Héroes, en el centro de Santiago y enfilaron hacia el Palacio de la Moneda. Una primera carga policial les obligó a dar un rodeo. La dirigente de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos Viviana Díaz denunció que Chile ha vuelto «a los peores días de la dictadura, rodeados por carabineros».

Ya en el Cementerio General, donde tenían previsto rendir homenaje a los 3.000 muertos por la dictadura de Pinochet sufrieron una nueva carga policial. Uno de los oradores, el abogado de derechos humanos Hugo Gutiérrez, condenó la acción de la Policía. «Esta transición no nos gusta esta democracia con dirigentes detenidos no nos gusta».