Atentado contra el ministerio de defensa
El coche bomba de Logroño no estalló por un fallo en el cordón detonante
El coche cargado de explosivos de cuya colocación alertó un comunicante que llamó el domingo a las 23.00 tenía como objetivo la Delegación del Ministerio de Defensa en Logroño, aunque un fallo en la ignición impidió que estallara. El secretario de Estado de Seguridad explicó que el artefacto apuntaba directamente al inmueble y que de haber explotado hubiera causado «daños considerables».
GARA | LOGROÑO
Los agentes de la Policía española especializados en desactivación de explosivos tardaron más de ocho horas en inutilizar el coche bomba colocado por ETA frente a la Delegación del Ministerio de Defensa español en Logroño. El vehículo, un Ford Fiesta verde que tenía matrículas dobladas de otro coche idéntico de Fuengirola (Málaga), estaba programado para que estallara a las 23.30 del domingo, y aunque un fallo en el mecanismo de ignición evitó que se produjera la explosión, no fue hasta las 7.30 de la mañana de ayer cuando los TEDAX lograron desactivar la bomba.
Los agentes levantaron poco después de esta hora el cordón policial situado en torno al vehículo, que según afirmaron varias agencias, citando «fuentes de la investigación», tenía un mecanismo «muy sofisticado».
Según explicó en rueda de prensa el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, el turismo utilizado para el atentado estaba cargado con 61 kilos de explosivos, y fue robado el lunes de la semana pasada en el Estado francés.
El responsable policial español apuntó que, de haber explosionado, el coche bomba habría ocasionado daños materiables «considerables» en el edificio ministerial.
Apuntaba contra el edificio
Camacho detalló que el explosivo se hallaba dentro de dos ollas de tipo industrial, que habían sido ancladas en el maletero del coche, unidas a un bidón de líquido inflamable de cinco litros.
El coche estaba aparcado junto a la puerta principal del inmueble que alberga a la Delegación del Ministerio de Defensa en la capital riojana, y la bomba apuntaba directamente al inmueble. Al parecer, la explosión finalmente no se produjo porque se produjo un fallo en el cordón detonante.
Una llamada a la redacción de este periódico alerto, a las 23.00 horas del domingo, de la colocación del coche bomba, que debía explotar a las 23.30. A esa hora, estalló un pequeño artefacto en el interior del Ford Fiesta, una explosión «de baja intensidad» según señaló Camacho, que, como se supo después, correspondía al mecanismo de ignición de la bomba.
La Policía local de Logroño ya había acordonado la zona cuando acudió al lugar un equipo de los TEDAX llegado desde Iruñea, al que se le unió poco después otro grupo de artificieros procedentes de Bilbo. Además se trasladaron hasta este punto de Logroño varias ambulancias, vehículos de los bomberos, así como patrullas de la Policía española y la Guardia Civil.
También estuvieron presentes varias autoridades riojanas, así como el alcalde de Logroño, Tomás Santos, que convocó una concentración a las 11.00 en la plaza del Ayuntamiento.
A la movilización, en la que participaron varias decenas de personas, acudieron el presidente de La Rioja, Pedro Sanz, el delegado del Gobierno español en aquella comunidad, José Antonio Ulecía, y el propio permier edil de Logroño.
Una vez concluída la concentración, Sanz valoró que «no cabe duda de que esta situación se ha provocado porque, en este tiempo de paréntesis, ETA ha tenido tiempo de organizarse».
El presidente autonómico, del PP, partiendo de esta valoración, pidió «la unidad de todas las fuerzas democráticas», así como «firmeza para aplicar el Estado de Derecho». Esa petición de «firmeza» se tradujo, a continuación, en la petición de ilegalización de ANV «porque ampara y protege a los violentos». «No es suficiente apoyar a las fuerzas de seguridad, es necesario aplicar otro tipo de políticas que la legislación permite» declaró Sanz, en consonancia con lo manifestado por otros líderes de su partido.
El Parlamento de La Rioja, en una reunión extraordinaria de la Mesa y la Junta de Portavoces de la Cámara, aprobó una declaración institucional de denuncia contra el atentado, y en la que reclamó «la unidad política como única vía posible para acabar con ETA».
Apenas 300 personas, algunas de las cuales portaron banderas españolas, secundaron la concentración convocada por las instituciones riojanas en la Plaza del Ayuntamiento de Logroño en protesta por el atentado.
Las agencias, que citaron fuentes policiales, destacaron que el mecanismo del coche bomba era «muy sofisticado». Los artificieros de la Policía española tardaron ocho horas en desactivar el explosivo, y no finalizaron hasta bien entrada la mañana.
La formación jeltzale, en su comunicado de denuncia del atentado contra la Delegación del Ministerio de Defensa en Logroño, dado a conocer tras la reunión del EBB, señaló que «el terrorismo no es consecuencia natural de un conflicto político».
La vicepresidenta española, María Teresa Fernández de la Vega, afirmó ayer que la respuesta del Ejecutivo a las acciones armadas de ETA será «unidad de los demócratas, eficacia en la acción policial y rigor en la aplicación de la Justicia». «No es fácil, pero entre todos acabaremos con la violencia con determinación firme y contundente, con la ley en la mano y en aplicación del Estado de Derecho», señaló la portavoz del Gabinete liderado por José Luis Rodríguez Zapatero.
De la Vega, que apeló a la «unidad» en repetidas ocasiones, declaró también que «no hay fórmulas mágicas». Precisamente, ETA dio a conocer en un comunicado publicado por GARA el domingo que el Gobierno español «ha dicho no a todos nuestros esfuerzos por impulsar un proceso resolutivo».
También en representación del Gobierno español, el delegado en la CAV, Paulino Luesma, se refirió al atentado de Logroño y a ETA, de la que dijo que «sólo le espera un futuro: su desparación». «Las brillantes operaciones antiterroristas llevadas a cabo por nuestras Fuerzas de Seguridad, la actuación judicial y la decisiva colaboración internacional buscan ese objetivo», agregó Luesma.
Desde el PSOE, asimismo, su secretario de Organización, José Blanco, volvió a apelar a la «más necesaria que nunca unidad, leal y real».
Por su parte, el presidente del PP, Mariano Rajoy, reclamó a Zapatero «firmeza». «Apoyaré al Gobierno para derrotar a ETA, no para negociar, pero le pido que sea firme de verdad, le pido que defienda a quienes han defendido la bandera de España» declaró.
Gaspar Llamazares, coordinador general de IU, apeló a «que no se utilice ningún comunicado ni ningún atentado de ETA para la división de los demócratas», y pidió que la acción de Logroño «sirva de acicate a las fuerzas políticas para lograr una unidad sin exclusiones».
El Ejecutivo de Lakua, a través de un comunicado, condenó «con rotundidad» el atentado de ETA contra el Ministerio de Defensa español, y acusó a la organización armada de ser «una rémora del pasado que se niega a desaparecer, como le exige la sociedad vasca».
«El tiempo de ETA es el pasado y no tiene más porvenir que el abandono de la violencia y su desaparición, como le exige clamorosamente la práctica totalidad de la sociedad vasca, incluso desde el propio entorno de la llamada izquierda abertzale» señala el escrito redactado por el Ejecutivo autonómico.
También el EBB del PNV, que ayer se reunió durante varias horas, emitió un comunicado en el que expresó su «más enérgica denuncia» de la acción de ETA y «la persistencia de acciones violentas que, además de ser éticamente reproblables, están en las antípodas de lo que realmente quiere y desea la inmensa mayoría de la sociedad vasca». Para el PNV, «ETA no es ningún agente político ni tiene representación popular alguna. El terrorismo no es consecuencia natural de un conclicto político».
EA, socio de gobierno en Lakua de la formación jeltzale, utilizó similares términos y expresó su «enérgico rechazo» al atentado, y valoró que «este intento de acción de violencia terrorista vulnera los principios de convivencia pacífica y hace oídos sordos a la voluntad mayoritaria de la sociedad que exige vivir en paz». Desde el partido que lidera Begoña Errazti, aseguraron que van a «seguir trabajando para alcanzar la normalización política a través del diálogo».
Aralar, por su parte, declaró que la acción contra el Ministerio español de Defensa supone «un obstáculo más en el camino que este pueblo tiene que realizar hacia la paz y la normalización política». Desde este partido, Jon Abril apuntó que «la colocación del coche bomba es nocivo para las fuerzas abertzales en general y para las fuerzas de la izquierda abertzale en particular».
Este es el segundo atentado de ETA en Logroño en los últimos años. El 10 de junio de 2000, la organización armada hizo estallar otro coche bomba cargado de dinamita en la capital riojana causando graves daños a varios de sus edificios más importantes.
