Jugaría como local en San Mamés más de dos años después
Asier del Horno se postula para volver a ocupar el lateral izquierdo
Pese a no tener ritmo de competición, la sanción a Koikili obliga a Caparrós a echar mano del de Gallarta, que está ansioso por recuperar su antiguo puesto
GARA | BILBO
Desde el 22 de mayo de 2005, fecha en la que el Athletic cayó en San Mamés ante el Numancia (0-2), Asier del Horno no se enfunda la elástica rojiblanca en competición oficial. El de Gallarta podría volver a hacerlo mañana en lo que supondría el inicio de su segunda andadura con la escuadra vizcaina.
La sanción de un partido a Koikili le allana el camino y, para ello, viene ejercitándose a tope en los últimos días, entrenando incluso en sesiones dobles, con la mira puesta en recuperar ese lateral izquierdo que ha estado huérfano en el conjunto bilbaino desde que fichara por el Chelsea hace ya más de dos años.
«Me encuentro muy bien, pero no es lo mismo estar cada día machacándote que jugar un partido oficial -especificó en el inicio de su comparecencia ante los medios- y todos sabemos que ese ritmo de competición se obtiene a base de disputar encuentros».
En su postulación para estar presente mañana en el césped de San Mamés, el defensa indicó que «si empiezo el partido de inicio no voy a tener problema para terminarlo, seguro que voy a sufrir, pero en la misma situación estuve el año pasado después de estar mucho tiempo lesionado. Me tocó jugar muy rápido y el saber sufrir creo que lo puedo llevar bastante bien», añadió.
Respecto al recibimiento que pueda tener por parte de la afición después de tanto tiempo, el jugador no quiso ahondar en ello porque «bastante hay con preparar el partido y estar tranquilo», pese a que sí confesó que esperaba fuera «buena, como para el resto de mis compañeros».
De cualquier forma, en el caso de que Caparrós opte por él para el once inicial, uno de sus principales retos será contener «la explosividad y ganas que pueda tener desde el principio», sabiendo dosificarse, «como ya lo hice el año pasado, porque el partido se prevé largo».
«Al final es lo que ocurre en muchos sitios cuando hay caras nuevas. La gente quizás tenga las miras un poco más puestas en mí porque hace dos años que no me ve, pero creo que con ganas y esfuerzo lo puedo resolver bien», explicó el futbolista.
«Acallar bocas»
Después de su salida del Chelsea por la puerta falsa y de un año prácticamente en blanco en el Valencia, en el que ha tenido más de una confrontación dialéctica con el técnico ché, Quique Sánchez Flores, quien le acusó de «falta de profesionalidad», Del Horno quiere desquitarse de ese sambenito que se le ha colgado.
De momento, lo importante es que «el equipo gane. Si lo hace, para todos será positivo y, cuando haya que callar una boca, llegará su momento. Para eso, lo que hay que hacer es trabajar y jugar bien». No hay que olvidarse que en el contrato de cesión existe la posibilidad de que el Athletic lo fiche antes del próximo mayo pagando tres millones de euros fijos más variables en función del número de partidos disputados, una opción que se vería reforzada en función del rendimiento que ofrezca.
Pero todo ello pasa por que el conjunto rojiblanco protagonice una campaña bien diferente a las dos últimas. «Hay que olvidarse del pasado reciente y empezar a ganar para que el equipo se vea de la mitad de la tabla para arriba, lo que nos dará tranquilidad, de cara a que la gente esté más suelta y pueda hacer mejor fútbol», comentó. Factor importante para conseguirlo serán las actuaciones de la escuadra bilbaina en San Mamés, «donde no podemos dejar escapar los puntos en juego», amplió Del Horno.
Mañana, sin embargo, habrá enfrente un hueso duro de roer para iniciar esa tendencia. El Zaragoza es una de las escuadras llamadas a ser, por plantilla, «uno de los grandes de esta liga», a juicio del defensa. Pese a que los maños no ganan en la Catedral desde el uno de noviembre de 2000, se trata de un conjunto que «el año pasado ya vimos que hacía buen fútbol, se ha reforzado bien y se trata de un rival complicado, con gente con mucha experiencia».
Pese a los nuevos vientos que soplan en Lezama y el buen ambiente reinante en la plantilla, la ansiedad por obtener una victoria una vez llegada la tercera jornada liguera comienza a ser patente, influenciado el entorno por las dos nefastas temporadas anteriores.
Frente a ello, Aitor Ocio reclamó que éste «no es momento de nervios ni de dramatismos, queda mucho por delante», si bien reconoció que sumar los tres primeros puntos ante el Zaragoza «serían muy importantes para reforzar la confianza y la moral, para darnos mayor seguridad en lo que estamos haciendo, ya que creo que vamos en la línea adecuada».
Una consistencia que ya se está dejando notar en la línea defensiva, aunque el gasteiztarra es consciente de que «hay margen de mejora» y de que habrá que estar «muy atentos a la movilidad y velocidad» de los atacantes zaragocistas, «sin permitirles que se encuentren cómodos en ningún momento».
GARA
Como el día de su presentación, Del Horno advirtió a los medios que no haría declaraciones en euskara, cosa que ayer cumplió a rajatabla, a diferencia de en su puesta de largo, cuando sí que acabó contestando preguntas en dicha lengua.