Confebask anticipó ayer que «la buena situación actual de la economía vasca» alcanzará en 2007 su «techo de crecimiento». Se situará en un 4%, «dos décimas por encima de las previsiones iniciales», según explicó el secretario general de la patronal vasca, José Guillermo Zubía. Reconoció que, a partir de ese momento, se prevé el inicio de «una fase de moderación» derivado de la crisis financiera e hipotecaria de Estados Unidos, de la apreciación del euro frente al dólar, de la subida de los tipos de interés y del parón que sufre el sector de la Construcción. Descartó, de todas maneras, que se produzca «una situación de crisis profunda».

Zubía, que estuvo acompañado por Eduardo Aréchaga, director económico-fiscal de Confebask, señaló que todavía es pronto para conocer el «impacto real» que provocará la crisis hipotecaria y financiera de Estados Unidos sobre el crecimiento económico mundial y, por lo tanto, «en la demanda de los mercados exteriores». Sí adelantó, sin embargo, que las condiciones de financiación se endurecerán, por lo que existirá el riesgo de que las empresas tendrán más difícil el acceso a fuentes de financiación de nuevas inversiones, según precisó.

Silencio sobre los salarios

Respecto a la evolución del mercado laboral, el líder de Confebask trasmitió que Confebask mantiene las previsiones de creación de empleo en las mismas condiciones que hasta la fecha, aunque reconoció que el sector de la Construcción y el de Servicios se resentirán por la «saturación» que se ha producido en la construcción de viviendas. Confebask mantiene la creación de 20.000 empleos netos para este año, aunque las condiciones de trabajo demuestran el mantenimiento de la precarización del mercado laboral a pesar de las diferentes reformas laborales y, sobre todo, una merma en los salarios de los trabajadores. Zubía, en esta ocasión, no hizo ninguna mención al coste salarial, puesto que los datos sobre la evolución de las rentas salariales de los trabajadores indican que han perdido poder adquisitivo en la última década, precisamente, en el momento que los empresarios han alcanzado los beneficios económicos más elevados de su historia.

Confebask mantiene que el euro seguirá en su fase de apreciación frente al dólar y adelanta que se espera que «haya un aumento adicional de los tipos de interés en Europa, si bien parece que el proceso de subida del precio del dinero ha llegado a su fin». Zubía reconoció, no obstante, que esa situación provocará que el consumo privado retroceda, «de ahí que esperemos una moderación en el crecimiento económico».

Sobre los mercados bursátiles, explicó que se pueden ver sometidos «a nuevos episodios de inestabilidad, según evolucione la crisis inmobiliaria en Estados Unidos». Lo que sí tiene claro el informe de coyuntura de la patronal vasca es que la inflación repuntará, «lo que nos alejará con el diferencial de nuestros competidores europeos» como expresó el responsable de Confebask, a la vez que añadió que el petróleo y las materias primas tienden a encarecerse. Zubía expresó que en este momento las principales incertidumbres «no serán geopolíticas, sino económicas y provendrán, sobre todo, de la profundidad de la crisis inmobiliaria estadounidense y su posible traslado a otros sectores de actividad y a otros países».

Aumenta la siniestralidad

Ante la elevada siniestralidad mortal, José Guillermo Zubía trasladó a los sindicatos la responsabilidad. A su juicio, ante la elevada siniestralidad grave y mortal que se está sucediendo en Euskal Herria durante este año «es imprescindible una actuación conjunta para evitar situaciones como las de Berantevilla» y aseguró que esa dramática situación se produce por «una falta de acuerdos de actuación conjunta entre administración, sindicatos y empresarios». Dijo que «algunos sindicatos no quieren seguir la línea que se fija en el Plan Estratégico de Siniestralidad Laboral».

El responsable de Confebask ocultó, sin embargo, en este tema que las condiciones de seguridad y salud en el trabajo son responsabilidad del empresario, como así lo indica la Ley de Prevención de Riesgos laborales desde 1995. Sin embargo, doce años después todavía una gran parte de las empresas hace caso omiso a la normativa legal.