«Siempre me he ido de los sitios cuando he considerado que una etapa había acabado y había que empezar otra, como ahora», explicó ayer Lluis Pasqual cuando anunció que, definitivamente, su contrato -según publicaron algunos medios, ascendía a 48.000 euros anuales- finalizará el próximo 31 de diciembre. Según fuentes municipales, la decisión fue tomada «de mutuo acuerdo» por la Concejalía de Cultura y Pascual, así como que su marcha no implica que sucargo, que se creó cuando se le contrató, vaya a desaparecer del organigrama del Arriaga y que lo más probable es que los responsables municipales en la materia decidan mantenerlo con otra persona al frente.

Lluis Pasqual, por su parte, adelantó que a partir de enero se centrará en varios proyectos artísticos. «No iré a dirigir ningún teatro ni a otra institución», aseguró, así como que «he sido feliz trabajando aquí; el teatro (Arriaga) estaba en buenas manos cuando llegué y lo seguirá estando. El Teatro Arriaga seguirá siendo mi casa cuando me lleve mis libros y mis maletas de Bilbao. Es difícil encontrar un teatro con tan buen rollo con los públicos como el Teatro Arriaga»,, declaró.

Bajo la dirección artística de Pasqual, el centro produjo, con otros dos teatros de Barcelona, «Hamlet» y «La Tempestad», dos obras que formaban un ambicioso programa «doble» dedicado a Shakespeare. Pasqual anunció ayer su marcha del Arriaga presentando precisamente a los medios el último de los tres grandes proyectos que se había comprometido a llevar a cabo cuando llegó a Bilbo: el taller de formación dirigido al profesorado de Educación Infantil y Primaria titulado «Artes escénicas y pequeños espectadores», que se desarrollará en noviembre y diciembre y que consiste en cuatro cursos de danza y expresión dramática.