De nuevo los distribuidores se inventan un título chusco para una comedia que, en su versión original, alude a los nombres de los dos protagonistas, parodiando éxitos del género como «Cuando Harry encontró a Sally». Insisten en la manía de adelantar el argumento ya en el enunciado, porque «Yo os declaro marido y marido» es una sátira coyuntural sobre un bombero viudo (Kevin James), que necesita dejar a sus hijos asegurados en caso de accidente, para lo que acepta un matrimonio de conveniencia con un colega (Adam San-dler). El hecho de que ninguno de los dos sea homosexual sirve de pretexto para desarrollar ese humor tramposo, tipo «Borat», que permite poner comentarios homófobos en sus bocas, en medio de otros tantos chistes sexistas o racistas. Al final, para justificarlo de algún modo, se lanza un mensaje a favor de la tolerancia y la defensa de las personas dejando a un lado su opción sexual. Lo extraño es que en el reparto hay nombres importantes del cine independiente, al igual que en el guión. La dirección de Dennis Dugan, experto en comedia-basura, no augura nada bueno.