La carta de despedida. La carta de desamor. La carta del desencuentro. La carta, el comunicado, el adiós. Josu Jon Imaz pasa a la reserva. No quiere romper el PNV. Se siente perdedor. Se siente ganador. Es la voz del vasco bueno en España. Es la voz de la contradicción y la discordia en Euskadi. Es la voz del no a una solución política definitiva para muchos vascos. La cabeza de un movimiento de entrega voluntaria. No hace falta analizar, ni consultar, simplemente viendo la televisión, escuchando la radio o leyendo los periódicos se hallan todas las claves de su reconocimiento público como político que tenía una idea de ser español, de pactar para que todo se mantuviera en los mismos parámetros de atasco, para perpetuar el conflicto.

Josu Jon consiguió ser noticia de portada, abrir los noticiarios, quitarle importancia a Madeleine, abrir un turno de alabanzas que se irán disolviendo con el tiempo, porque llega el turno de las decisiones. Ahora empieza un tiempo de colocarse cada cual en su sitio, de ver quiénes iban de farol, quienes hacían de comparsas, por dónde decide el partido hegemónico llevar sus destinos, repartir sus cuotas de poder y si tiene de verdad una idea de futuro para este territorio que administran con aires de batzoki.

Porque además del tono de dignidad con el que ha presentado su carta, es posible que por detrás existan encuestas de futuros resultados electorales, y se le haya forzado a encontrar una salida para recuperar el voto. O también puede ser todo lo contrario, que nadie se olvide de que estamos hablando del partido que lleva manejando el presupuesto desde hace décadas y que ahora mismo va a estar colocado en el eje de la información y la desinformación política.

Llueven los rumores, las especulaciones, los panegíricos y las opiniones interesadas, los análisis a beneficio de inventario. La ronda de intervenciones es una suerte de rosario encadenado, una romería donde aparecen coristas y vedetes. De todos los que aparecen prefiero a los comentaristas de Eva Hache, donde nos dieron muchas claves, pero de Raphael. Y han fichado a una vasca, de apellido Anasagasti, que promete.