Un nuevo atentado dejó ayer un saldo de 15 soldados muertos, mientras el Ejército paquistaní ha anunciado que ha matado a más de 70 combatientes islamistas en las últimas 72 horas.

El atentado, cometido presumiblemente por un kamikaze a pie, tuvo como objetivo un comando de élite del Ejército de Pervez Musharraf en un cuartel en Tarbela, 70 kilómetros al noroeste de la capital, Islamabad.

El ataque tuvo lugar después de que el alto mando militar paquistaní anunciara la muerte de 30 milicianos islamistas en las últimas 24 horas en combates en las zonas tribales fronterizas con Afganistán y en los que habría sufrido dos bajas militares mortales.

Siempre según el Ejército, otras 40 personas identificadas como milicianos islamistas murieron en un bombardeo el pasado martes.

Los enfrentamientos entre el Ejército y las tribus pastunes fronterizas se han agudizado en los últimos meses.

Ataque en Karachi

Un minibús que transportaba en Karachi a miembros de un partido islamista fue atacado por desconocidos que lanzaron una granada a su interior y mataron a al menos siete pasajeros.