Hasta ahora, las novedades más significativas en nuestras parrillas de programación de la nueva temporada recién iniciada, están en los asuntos del humor o sus sucedáneos. ETB, en sus dos canales, mantiene casi todas sus ofertas, aunque en ocasiones sea difícil que se considere humor alguna propuesta, aunque lo pretenda patéticamente, y en otras aunque no lo ponga, da risa. De la buena. ¿O no es un programa de humor didáctico Mihiluze?

El péndulo de los encargados de programación casi siempre funciona movido por los mismos impulsos, y ahora han descubierto que entre los noticiarios de la noche y la programación pura y dura de películas o series de las diez de la noche, lo bueno es poner unas gotas de humor. Algunas cadenas lo tienen claro desde hace bastantes temporadas, pongamos que hablo de Tele 5, y hasta La Sexta había encontrado con «El Intermedio» de El Gran Wyoming ese lugar para el sarcasmo, la acidez, la mirada crítica y poco correcta a la realidad política o social. La llegada de las hormigas a Cuatro, nos deja con el mando a distancia echando humo. ¿Dónde vamos si coinciden en horario tres de los programas más reconfortantes de toda la oferta televisiva? Por una lógica estadística, en unos meses alguno de estos programas deberá ceder el paso a otra propuesta programática. O mantenerse los tres por encima de la media de la cadena que es, hasta el momento, un certificado de permanencia.

Es lo que parece ha buscado Buenafuente trasladándose a La Sexta con todo su programa, sus colaboradores, su estilo. Logra un porcentaje por encima de la cadena, pero por debajo de lo que anteriormente lograba, pero vive más tranquilo, o al menos se intuye que tiene más libertad para hacer lo que le dé la gana en asuntos de tendencia política. Eva Hache está donde estaba, sin cambiar tampoco mucho. O muy poco para ser exactos. Esto acaba de empezar, veremos en qué queda cuando los vaivenes de audiencia provoquen cataclismos internos en las cadenas, cuando se acaben los créditos y la paciencia. Pero que en todos los casos sigan con el humor, que busquen la risa, y si puede ser que no sea de manera fácil. Que para risa tonta ya están los noticiarios.