Miles de monjes budistas continuaron ayer marchando por toda Myanmar para denunciar la política económica de la Junta Militar y el maltrato sufrido por varios monjes a manos de las fuerzas de seguridad.

En Mandalay, cerca de un millar de monjes recorrió la ciudad portando banderas e insignias de la institución religiosa. Otro tanto hicieron en el barrio de Ahlone, al oste de Rangún.

Se trata del tercer día de manifestaciones. El martes, la policía empleó gases lacrimógenos para dispersar al millar de religiosos que protestaba pacíficamente en Sittwe, al oeste del país. Testigos citados por Radio Free Asia, señalaron que hubo tres detenidos. Ayer, volvieron a manifestarse en Sittwe sin que se produjeran incidentes.