ELA avanzó ayer que no ratificará el acuerdo alcanzado por Osakidetza y el Sindicato Médico (SME), en la reunión de la mesa sectorial que se celebrará hoy en Gasteiz, porque «es inasumible en el fondo y en las formas, pero principalmente por los efectos de su contenido en el modelo sanitario público», lo que subrayaron como «un paso más en la privatización del sistema».

Por lo que respecta a las formas, la responsable de ELA Nere Urrestarazu resaltó que se trata del «primer acuerdo franja de la historia de la administración pública» y denunció que Osakidetza pretende imponer al 90% de la representación sindical la ratificación de un acuerdo alcanzado con el 10%, que regula sólo las condiciones de un colectivo, el médico, y que se presenta como «un chantaje en toda regla», porque «o tragamos y ratificamos el acuerdo y sus contenidos en la mesa sectorial o no hay firma en el resto de contenidos».

Ante «la vulneración del derecho fundamental a la negociación colectiva por parte de la administración pública», ELA anunció que pedirá al Ararteko «que investigue y defienda a los trabajadores de la actuación abusiva y arbitraria» de la dirección de Osakidetza. Además, la central abrirá una ronda de contactos con los partidos políticos a fin de que pidan explicaciones en el Parlamento de Gasteiz sobre el alcance que tiene el acuerdo con el SME para una negociación colectiva que afecta a 26.000 trabajadores y al modelo sanitario.

Sobre los contenidos del acuerdo, la central criticó que plantee la extensión del complemento de exclusividad a todo el personal, algo que consideró un incremento salarial encubierto, «si no hay que cumplir determinados requisitos para cobrar ese concepto».

Denunció asimismo que en lugar de ampliar la plantilla, Osakidetza y el SME «abren las puertas a la autoconcertación», en la medida en que obligan a los facultativos a realizar tareas «quieran o no y en cualquier caso reduciendo el tiempo dedicado a los pacientes ya programados en la agenda ordinaria».

La responsable de la Federación de Servicios Públicos, Izaskun Garikano, resaltó el alcance político de la situación y responsabilizó al lehendakari de permitir la «quiebra» en las relaciones y del deterioro de las condiciones laborales, y afirmó que la gestión de Lakua busca la privatización. «Además de neoliberales, son deshonestos porque trabajan para los intereses privados desde lo público, de tapadillo, engañando», criticó.