Daniele Bennati termina en forma una temporada que, de momento, salda con nueve victorias. La comenzó ganando una etapa en el Tour del Mediterráneo, prosiguió con, entre otros, el sprint de los Campos Elíseos, y la concluye con su segundo triunfo en la Vuelta.

Una satisfacción, como todas las victorias, para el italiano, pero también una reivindicación. Con un destinatario evidente, Franco Ballerini, seleccionador italiano, que ha dejado al velocista de Lampre fuera de la lista para el Mundial de Stuttgart. «Me parece increíble -se lamentaba Bennati, nada más descender del podio de Talavera- porque en la Vuelta he demostrado que ahora mismo soy el corredor italiano más fuerte», por encima incluso del vigente campeón, su compatriota Paolo Bettini, que precisamente ayer decía adiós a su participación en la ronda española, tras firmar la segunda plaza en el sprint, por detrás, evidentemente, de Bennati. «Me disgusta especialmente porque los dos próximos Mundiales son muy duros y no tendré la posibilidad de disputarlos», se quejó.

Lo cierto es que, aunque Ballerini tiene todavía tiempo de rectificar, las opciones de Bennati de seguir alimentando su palmarés pasan por el definitivo sprint en las calles de Madrid del próximo domingo.

Su victoria sólo peligró por la valentía de dos modestos, Juan Olmo (Andalucía) y Jorge García (Relax), que saltaron cuando la etapa apenas se había puesto en marcha. Pero con el calor como única dificultad de la jornada, su aventura estaba condenada al fracaso. Milram, Lampre y también Euskaltel tomaron posiciones en cabeza del pelotón cuando la ventaja de los fugados superó los cinco minutos.

En la recta de meta, Bennati arrancó con fuerza en los últimos 150 metros para imponerse con ventaja a dos compatriotas, Bettini y Petacchi.