Hollywood sigue explotando el filón del cine europeo, a base de insistir en hacer remakes de películas que han tenido éxito a este lado del charco. Le toca el turno a la realización alemana de Sandra Nettelbeck «Deliciosa Martha», que fue una agradable sorpresa hace cinco años, gracias al contraste entre la cultura centroeuropea y la mediterránea representado por la actriz Martina Geddeck y el italiano Sergio Castellitto. Ese es un aspecto fundamental que se pierde lógicamente en la nueva versión, que cuenta como baza principal con la actriz infantil Abigail Breslin, lanzada a la fama con «Pequeña Miss Sunshine». Ella encarna a la niña de la que se ha de hacer cargo la cocinera que a su vez interpreta Catherine Zeta-Jones, en un registro inicialmente antipático que, según avanza la película, se irá tornando romántico y maravilloso. No está preparada para ser madre postiza, sobre todo porque su sustituto en el restaurante tiene más don de gentes, así que los celos profesionales le obligarán a recuperar el puesto. Pero una vez de vuelta entre los fogones el teórico rival se transformará en objeto de deseo amoroso, siendo éste un Aaron Eckhart muy alejado de sus colaboraciones con Neil LaBute. Quien le dirige aquí es el australiano Scott Hicks, revelado internacionalmente con «Shine».