Osama Bin Laden declara la guerra al régimen del presidente Musharraf
Osama Bin Laden, que reapareció el pasado 11 de setiembre tras tres años de silencio, volvió a salir a la palestra ayer y llamó a la guerra contra el presidente golpista paquistaní, el general Pervez Musharraf. El mensaje de Al Qaeda ve la luz en plena crisis política en vísperas de la elección presidencial en Pakistán y del repunte de los combates en las provincias pastunes indómitas de la frontera con Afganistán.
GARA |
El número uno de Al Qaeda, Osama Bin Laden, hizo ayer un llamamiento a los musulmanes de Pakistán (97% de 160 millones de personas) a la guerra santa contra el régimen del presidente golpista, el general Pervez Musharraf.
El hombre más buscado del mundo llama, en un mensaje de audio, a vengar la sangre vertida «por los campeones del islam», en alusión a los islamistas muertos en julio tras el asalto militar contra la Mezquita Roja de Islamabad.
«Es obligado para los musulmanes de Pakistán hacer la yihad (guerra santa) y combatir para acabar con Pervez (Musharraf), con su Gobierno, su Ejército y con los que le apoyan», asegura en un mensaje ilustrado por imágenes de antiguas secuencias de Bin Laden y su lugarteniente, el médico egipcio Ayman al-Zawahiri. La grabación apareció en As-Sahab, un grupo mediático acusado de lazos con Al Qaeda según SITE, organismo especializado en el seguimiento de webs islamistas.
Por orden de Musharraf, el Ejército asaltó a sangre y fuego la Mezquita Roja tras semanas de sitio y dos días de enfrentamientos que dejaron un saldo oficial de 82 muertos, de ellos 73 islamistas y entre ellos su líder, Abdul Rashid Ghazi.
En un vídeo igualmente colgado en la red ayer, al-Zawahiri arremete contra Musharraf y su Ejército.
«El héroe Ghazi dejó al desnudo la villanía y la apostasía de las fuerzas de Musharraf, perros de caza al servicio de (el presidente de EEUU, George W.) Bush, el cruzado. Sus fuerzas no merecen el honor de defender Pakistán. Musharraf ha manchado la historia del Ejército paquistaní y la ha cubierto de un oprobio que no puede ser lavado más que por la venganza del asesinato de Ghazi», añade.
Estos mensajes se inscriben en una serie de apariciones públicas de la red Al Qaeda coincidiendo con el sexto aniversario de los ataques del 11-S.
El general Waheed Arshad aseguró no estar impresionado por la declaración de guerra de Al Qaeda, «a la que combatimos desde hace tiempo». Musharraf está en el punto de mira del islamismo armado desde su apoyo a los bombardeos contra Afganistán que provocaron la retirada talibán en represalia por los ataques de 2001 contra EEUU.
Bin Laden no se olvida de mencionar a las víctimas de los ataques del Ejército paquistaní contra las provincias pastunes fronterizas.
Captura de más soldados
Siete soldados paquistaníes fueron capturados ayer tras un ataque armado islamista contra un puesto de control en Tall, en la Provincia de la Frontera del Noroeste (NWFP).
250 soldados capturados hace tres semanas en Waziristán Sur siguen en manos de la guerrilla pastún islamista.
Desde julio, esta zona es escenario de fuertes enfrentamientos que han dejado un reguero de sangre en ambos lados. Otras 270 personas han muerto en atentados en todo el territorio paquistaní en este tiempo.
El mensaje de Bin Laden aparece en vísperas de la elección presidencial, muy contestada en la calle por la oposición.
«La situación no se normalizará con elecciones, manifestaciones o eslóganes. No os fiéis de elecciones y acciones futiles», insta el líder de Al Qaeda.
pas aux élections et aux actions futiles".
La elección presidencial, por sufragio indirecto, tendrá lugar el 6 de octubre y el general Musharraf, más impopular que nunca desde que llegó al poder tras un golpe de estado hace ocho años, intentará conservar su puesto antes de abandonar -o eso ha prometido- la jefatura del Ejército.
Pero hasta el escrutinio, y sin olvidar la declaración de guerra de Al Qaeda, Musharraf corre el riesgo de encontrarse con un obstáculo jurídico de peso: la Corte Suprema debe pronunciarse en los próximos días sobre los recursos interpuestos por la oposición, que insisten en que la Constitución exige al presidente renunciar a la jefatura del Ejército antes de presentarse a la elección presidencial y no después del escrutinio y sólo si es elegido, como ha prometido Musharraf
La oposición califica asimismo de ilegal que el nuevo presidente vaya a ser elegido por las asambleas salientes, controladas por el general Musharraf, y no por los nuevos parlamentos nacional y provinciales que deben ser renovados por sufragio universal a finales de 2007 o, a más tardar, a principios de 2008.
Una alianza opositora ha anunciado un recurso contra la fecha de la elección presidencial y ha amenazado con la dimisión de todos sus electos si Mushharraf se presenta en uniforme a estos comicios indirectos.
La asociación de abogados de la Corte Suprema ha anunciado una manifestación de protesta el 29 de noviembre.
Musharraf no lo tiene fácil. O decreta la ley marcial o llega a un acuerdo para repartirse el poder con la ex primer ministra Benazir Bhutto, solución patrocinada por Washington, pero denunciada sin ambages por la mayoría de los paquistaníes, que recelan tanto de uno como de la otra.
El número dos de la red Al Qaeda, Al-Zawahiti, urgió ayer en su mensaje a «limpiar el Magreb musulmán de los hijos de Francia y España».
El egipcio reitera que «la reconquista de Al Andalus es una responsabilidad que deben asumir la nación islámica en general y vosotros (muyahidines) en particular». Pero añade que este proyecto «no podrá llevarse a cabo sin antes haber limpiado las tierras del Magreb de los hijos de Francia y España, que han vuelto de nuevo».
Sin olvidar las «plazas africanas» de Ceuta y Melilla, la presencia francesa y española en el Magreb es creciente, tanto desde un punto de vista político como económico, a través de cientos de empresas.