La plantilla municipal de Ondarroa se planta ante las órdenes del PNV
El comité de empresa del Ayuntamiento de Ondarroa -con mayoría de LAB y sin el apoyo de ELA- anunció que no respaldará a la actual Corporación municipal, conformada por una gestora cuyo control asumió el PNV después de que la izquierda abertzale, mayoritaria en la localidad, fuera excluida aplicando el apartheid político. Los trabajadores han decidido adoptar posturas activas ante «las órdenes y trabajos encomendados que no estén al servicio del pueblo».
Kepa PETRALANDA |
Los trabajadores del Ayuntamiento de Ondarroa no aceptan «funcionar por la vía de los decretos de Alcaldía, porque nosotros no estamos aquí para cumplimentar los caprichos de un alcalde o de un partido, el PNV, que no han sido elegidos por el pueblo de Ondarroa».
Así lo expresaron ayer representantes del comité de empresa del Ayuntamiento de Ondarroa, que adelantaron, además, su decisión de no respaldar ni beneficiar políticamente a la actual Corporación «porque no ha sido elegida» por los vecinos y vecinas del municipio. La decisión del comité, con mayoría de LAB y sin el apoyo de ELA, se produce tras el último pleno, «en el que pusieron impedimentos en relación con el horario o el número de personas que podían acceder y utilizaron a la Policía Municipal de forma maliciosa para poder hacer cumplir sus decisiones impositivas».
Valoraron los trabajadores que «todos sabemos que ANV obtuvo la mayoría en Ondarroa y que el PNV, haciendo caso omiso de lo expresado por el pueblo, nos ha impuesto por la fuerza, a los vecinos y a los trabajadores, representantes que no hemos elegido». Justificaron su decisión por «la utilización que han hecho de la Policía Municipal y el desconocimiento de hasta dónde pueden llegar los representantes del PNV».
El comité de empresa pide «normas de funcionamiento democráticas y claras» y afirma que actuará «al servicio del pueblo, porque estamos para servirle y porque queremos una Corporación municipal basada en la democracia». Se esforzarán también para que todas las áreas gestionadas por el Ayuntamiento «estén al servicio de los vecinos, incluida la Policía Municipal. Sabemos que decisiones tomadas en base a criterios políticos no están en nuestras manos, pero habrá desacuerdos con la realidad que nos pretenden imponer».
El PSE se sumó ayer a la petición impulsada por el PP y dirigida al Gobierno de Lakua para que prohíba la manifestación convocada a nivel comarcal mañana en Lizartza en demanda de respeto a la voluntad de la ciudadanía vasca, y especialmente a la de la localidad, así como en contra de la «escalada represiva» de las últimas semanas. La convocatoria se produjo en el marco de la actuación judicial emprendida contra un vecino de la localidad guipuzcoana acusado de amenazar a Regina Otaola, la alcaldesa impuesta por el PP.
Otaola reclamó ayer al Ejecutivo de Juan José Ibarretxe que «se moje a favor de la libertad y de los demócratas, y en contra de los violentos». Poco después se le sumó el secretario general del PSE de Gipuzkoa, Miguel Buen, que consideró «absolutamente inaceptable» la convocatoria, por lo que se sumó a la petición de prohibición. Para Miguel Buen, la manifestación -que comenzará a las 19.30- «es un puro acto de intimidación, directamente dirigido al corazón del sistema de libertades».
El PP, por su parte, insiste en reclamar «un gesto de aliento que todavía no ha llegado por parte de Ibarretxe y su gabinete».
ANV pedirá en el Pleno que se celebrará hoy en Iruñea la derogación del decreto de Alcaldía sobre el funcionamiento de la sala de prensa del consistorio, por el que se les ha prohibido usar las dependencias para evitar que retiren la bandera española.
El decreto se aprobó después de que el día 6 los ediles Mariné Pueyo y Mikel Gastesi retiraran la bandera rojigualda del lugar en el que iban a comparecer ante los medios de comunicación, hecho del que se informó incluso a la Fiscalía. En una rueda de prensa posterior, el día 18, se comprobó que las enseñas habían sido ancladas al suelo por orden de la alcaldesa, Yolanda Barcina (UPN), lo que les llevó a comparecer en el pasillo, motivo usado ahora para prohibirles utilizar la sala de prensa.
Mariné Pueyo dijo ayer, en la calle frente al Ayuntamiento y ante una bandera de Nafarroa y una ikurriña, que pedirán la derogación del decreto y la constitución de una ponencia para elaborar una normativa de funcionamiento de la sala de prensa que incluya a todos los grupos. Según ANV, el decreto «puede suponer un posible fraude de ley al tratarse de una normativa cuya competencia sería del Pleno». GARA