El secretario general del PSE, Patxi López, manifestó ayer que el proyecto de ponencia política aprobada por el EBB del PNV «deja la puerta abierta a la consulta soberanista» que el lehendakari, Juan José Ibarretxe, quiere convocar «a toda costa», y advirtió de que ésta sólo servirá para «volver a la política de frentes y de divisiones alimentada por el nacionalismo más radical y rancio».

En una intervención en el Palacio Euskalduna de Bilbo ante los comités locales y cargos públicos de su partido, López denunció que el anuncio de la consulta «sólo sirve para generar incertidumbre y para dificultar la cohesión del país». Añadió que «puede que sirva para unir al tripartito pero, desde luego, divide a la sociedad y, ante todo, es la cortina de humo que utiliza Ibarretxe para tapar y tratar de esconder la ineficacia de su Gobierno cuando las necesidades de la ciudadanía van por otro camino».

Según destacó, «Ibarretxe tiene que asumir, de una vez por todas, que no estamos en un proceso constituyente». «La ciudadanía vasca se rige desde hace casi 30 años por unas normas de convivencia que nos obligan a todos. También a él», añadió.

Por ello, apuntó que a la formación jeltzale «le va a venir muy bien pasar una temporada en la oposición» para «repensarse y modernizarse, para dejar de ser el partido anclado en los planteamientos del siglo XIX, como es hoy, y adaptarse a la realidad del siglo XXI».

Aunque dijo no querer entrar a valorar el proceso interno del PNV, lo definió como «la disputa entre quienes apuestan por seguir en una estrategia de acumulación de fuerzas nacionalistas y han hecho de la consulta soberanista su bandera, y quienes entienden que el futuro de los vascos, con nuestras diferencias, tenemos que construirlo entre todos». En ese contexto, calificó la renuncia de Josu Jon Imaz como «una desgracia para los que queremos una Euskadi cohesionada en lo social y políticamente unida en los temas esenciales».

Lokarri recoge firmas

Por su parte, Lokarri apuesta por celebrar una consulta para desbloquear la situación actual y conseguir activar un modelo de solución «ideal» basado en el fin de la violencia, el diálogo, un acuerdo transversal y un posterior referendo. Según explicó ayer su coordinador, Paul Ríos, la consulta que proponen, para la que están recogiendo firmas, debe servir para enviar a ETA un mensaje de que debe poner fin a la violencia y un mandato a los partidos para que se sienten a dialogar y alcancen un acuerdo.

Ríos considera que esta propuesta «puede contribuir a que la frustración social se canalice de manera constructiva», al tiempo que se mostró abierto a otras.