Abbas insiste en mirar hacia EEUU en busca de una solución
Mientras Israel realizaba incursiones en Gaza y Cisjordania, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, mostraba su esperanza en que la conferencia internacional organizada por George Bush traiga la solución a la ocupación sionista.
GARA | RAMALLAH
Al día siguiente de que Israel amenazará con cortar todos los suministros a Gaza, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, se reunió ayer en Ramallah con la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice. Tras el encuentro, Abbas destacó que la conferencia internacional impulsada por George W. Bush debería celebrarse a mediados de noviembre.
«He tratado con la señora Rice numerosas cuestiones, entre las que destacaría las relativas al proceso de paz y la buena preparación necesaria para asegurar el éxito de la reunión internacional, que debería celebrarse a mediados de noviembre», señaló el dirigente de al-Fatah.
EEUU no había anunciado aún ninguna fecha para esta conferencia internacional, aunque se barajaba el mes de noviembre. La discreción se ha mantenido en torno a los países que participarán en este encuentro.
Según Abbas, la conferencia impulsada por Washington «debería dar un impulso para comenzar una ronda de negociaciones serias que supongan el fin de la ocupación israelí de nuestra tierra y de las tierras árabes que comenzó en 1967, conforme a las leyes internacionales, a la Hoja de Ruta, a la visión del presidente George Bush, a la iniciativa de los países árabes y a los acuerdos ya firmados».
«Hemos hecho saber a la señora Rice que estamos implicados en alcanzar un acuerdo con Israel sobre las cuestiones del estatus final, es decir, las fronteras, Jerusalén, los refugiados, la colonización y el agua», señaló Abbas, que confirmó que ha tratado de llegar a un acuerdo previo con el primer ministro israelí, Ehud Olmert, sobre «el calendario de aplicación de este estatus final».
«Ha llegado la hora de crear el Estado palestino, con Jerusalén como capital, viviendo en paz y en seguridad al lado de Israel para que, de este modo, acabe el sufrimiento que nuestro pueblo ha padecido desde hace seis décadas», declaró ufano.
Vuelta de Ahmad Qureia
Otro aspecto que trataron ayer Abbas y Rice en Ramallah fue el de la composición de la delegación palestina en la conferencia de Bush. Según fuentes oficiales palestinas citadas por France Presse, esta delegación estaría presidida por el ex primer ministro Ahmad Qureia -implicado en un escándalo de corrupción al facilitar a los sionistas materiales para construir el Muro- y en la misma se integrarían Yasser Abed Rabbo, miembro del Comité Ejecutivo de la OLP, y Saeb Erekat, jefe del departamento de negociaciones de la OLP.
El jarro de agua fría al castillo de naipes construido por Abbas llegó desde Gaza. El Gobierno de Hamas anunció que no se sentirá vinculado a ningún acuerdo alcanzado en esta conferencia impulsada por Washington.
«Cualquier acuerdo que pueda resultar de la conferencia de paz diseñada por EEUU para este otoño no será vinculante para el pueblo palestino», aseguró Taher Nounou, portavoz del Gobierno de Hamas a la cadena de televisión al-Quds en Gaza.
Incursiones en Gaza y Naplusa
Mientras en Ramallah se hacían las cuentas de la lechera, la cruda realidad palestina se imponía en Gaza y Naplusa. Así, dos personas murieron en Gaza como consecuencia de una incursión del Ejército sionista en el campo de refugiados de al-Bureij. Uno de ellos, de 17 años, falleció al ser aplastado por una excavadora, mientras que el segundo, de 22, murió como consecuencia de los disparos israelíes.
Otros dos palestinos resultaron heridos cuando un helicóptero del Ejército sionista comenzó a disparar contra un grupo de personas al este del campo de al-Bureij.
De manera simultánea a la incursión de al-Bureij, el Ejército israelí realizó otra operación en Shweika, al sur de Rafah, deteniendo a 20 personas.
Pero las operaciones militares israelíes no se limitaron únicamente a Gaza, ya que durante la jornada de ayer continuó la incursión contra el campo de refugiados de al-Ain, en la ciudad cisjordana de Nablús, que comenzó el viernes.
Un portavoz de las Brigadas de Abú Alí Mustafá, brazo armado del izquierdista FPLP, desmintió, en declaraciones a la agencia Ma'an, las informaciones sionistas que señalaban que los dirigentes de esta organización en al-Ain habían sido detenidos.
«Lo que el Ejército israelí ha anunciado no tiene ni pies ni cabeza», destacó este portavoz, que añadió que el objetivo del operativo sionista en Naplusa era «romper el espíritu de los luchadores palestinos».
Durante la jornada de ayer, el Ejército israelí peinó casa por casa, por segunda vez desde que comenzó el operativo, el campo de refugiados de al-Ain.