La ola de violencia que azota el sudeste de Nepal en protesta por la muerte el domingo del líder político musulmán Mohit Khan (del partido del Congreso Nepalí), ha causado ya veinte muertos. El suceso encendió la ira de los seguidores del político. Los últimos fallecimientos se registraron ayer en enfrentamientos ocurridos en el distrito de Kapilvastu, a unos 250 kilómetros de Katmandú.

Las autoridades han impuesto el toque de queda indefinido en la ciudad de Lamhai, del distrito de Dang, adyacente al de Kapilvastu.

Horas antes, confirmaron la aparición de dieciocho cadáveres, aunque algunos medios locales elevaron la cifra de fallecidos a veintiocho. Según la Policía, los cuerpos estaban mutilados y quemados, lo que hace difícil su identificación.