Miles de negros desfilan contra los demonios del racismo en Luisiana
Miles de manifestantes, la inmensa mayoría negros, desfilaron ayer por las calles de Jena, una pequeña localidad de Luisiana asolada desde hace un año por graves tensiones racistas, para denunciar el retorno de los viejos demonios al sur estadounidense.
GARA |
Llegados en tren, en autobús o en coche, los manifestantes marcharon detrás de varias figuras del movimiento por los derechos de los negros, como el hijo de Martin Luther King, y tomaron pacíficamente las calles de la localidad de Jena.
La tensión estalló hace un año en esta villa de 3.000 habitantes (85% blancos y 12% negros), cuando tres adolescentes negros «osaron» sentarse en una parte del Liceo local reservada a los blancos, a la sombra de un árbol. Al día siguiente, tres cuerdas de ahorcamiento aparecieron colgando del árbol, rememorando los linchamientos de negros perpetrados en la región hace decenas de años.
Tras calificar el suceso de «falta», la dirección del Liceo se limitó a castigar a los estudiantes blancos implicados con tres días sin ir a clase.
Pero no acabó ahí la cosa. Un joven blanco amenazó con disparar a tres negros en una tienda. Un ala del liceo fue incendiada y un estudiante negro fue apaleado por aparecer en una fiesta a la que sólo habían sido convidados blancos.
Discriminación judicial
El 4 de diciembre del año pasado, un adolescente blanco fue agredido y herido levemente por un grupo de negros cuando salía del gimnasio del Liceo.
Los blancos implicados en los ataques racistas no han sido perseguidos, pero los seis estudiantes negros sospechosos de este último ataque de represalia fueron detenidos y acusados de «tentativa de asesinato» y otros cargos por los que podrían ser condenados a reclusión en la cárcel a perpetuidad.
Las asociaciones de defensa de los derechos de los negros han asumido la defensa de «Los Seis de Jena». «Las acusaciones no están justificadas (...) una raqueta de tenis no es un arma mortal», denuncia una petición firmada por miles de personas.
«Desgraciadamente, este tipo de problemas no ocurre sólo en Jena», denunció Dennis Parker, de la pujante Asociación de Defensa de las Libertades Civiles (ACLU), quien certificó la existencia de una recurrente tendencia de enviar facilmente a prisión a los jóvenes negros.
Sólo uno de los seis acusados ha comparecido ante un tribunal. Mychal Bell, de 17 años de edad, fue declarado culpable por un jurado totalmente blanco y para adultos. Ayer estaba prevista la audiencia para fijar su condena, pero una corte de apelación anuló in extremis el juicio, ordenando que sea juzgado como menor.
El presidente Bush se mostró «entristecido» por los sucesos en la localidad de Jena.
«No hay igualdad», denuncia Tina Jones, madre de uno de los acusados. «Los negros reciben la pena más alta que la ley propone, mientras los blancos salen libres en un abrir y cerrar de ojos».