Los alcaldes de Irun y Hondarribia, que no se sumaron el jueves al acuerdo alcanzado por otras instituciones que participan en la sociedad Ortzibia para pedir la ampliación de la pista del aeropuerto, dijeron ayer que dejan la toma de decisiones para cuando AENA comunique sus intenciones definitivas.

De la reunión de Ortzibia -que integran Lakua, la Diputación, los consistorios de Irun, Hondarribia y Donostia, así como la Cámara de Comercio de Gipuzkoa- salió un texto que reclama la ampliación de la pista en 300 metros y que fue firmado por todas las entidades salvo los ayuntamientos de Irun y Hondarribia, precisamente los más afectados junto al de Hendaia, excluido de esa sociedad.

El alcalde de Irun, José Antonio Santano, explicó que su postura ya fue presentada en el pleno del miércoles, en el que el Ayuntamiento condicionó cualquier planteamiento sobre el futuro del aeropuerto de Hondarribia a la aprobación previa del Plan de Vivienda Pública del barrio San Miguel-Anaka, situado cerca del aeródromo.

Aitor Kerejeta, alcalde de Hondarribia, quiso aclarar que «no se produjo debate en el seno de Ortzibia». «No participamos en el debate, ni en la votación, ya que no es competencia municipal discutir, analizar o concluir sobre la ampliación», precisó. Pese a no compartir las conclusiones de Ortzibia, opinó que «lo único positivo es que por fin hay una decisión tomada» que «despeja el futuro».

Por su parte, Aralar ha pedido al Gobierno de Lakua y a la Diputación que «dejen el aeropuerto de Hondarribia como está ahora» e inicien las negociaciones pertinentes «para su posible incorporación al consorcio de Biarritz».