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Las bolsas superan el primer golpe de la crisis crediticia

La crisis del crédito ha colocado a las bolsas al borde del colapso este trimestre, pero se han recuperado del primer golpe gracias al tratamiento de choque proporcionado por la agresiva bajada de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal. No obstante, todos los índices europeos recortan sus ganancias anuales y se mantiene la incertidumbre.

Alberto CASTRO |

La explosión de la crisis del crédito ha puesto contra las cuerdas a las bolsas a lo largo de este último trimestre. Sin embargo, la intervención de la Reserva Federal al rebajar los tipos trajo tranquilidad a los mercados, a la vez que daba pistas del delicado momento de su economía. Así, el mal trago no ha terminado de digerirse del todo porque los nubarrones siguen presentes debido a esas evidentes muestras de desaceleración reflejadas en los últimos datos macroeconómicos conocidos.

La destrucción de 4.000 empleos en agosto, cuando se esperaba una creación de 110.000, o la caídas de las ventas minoristas, los pedidos de bienes duraderos y la actividad manufacturera, amén del desplome de la confianza del consumidor recogido en el dato publicado este mes, dibujan un panorama, cuando menos, inquietante en el medio plazo. Y encima de todos estos factores: la crisis crediticia y el pinchazo de la burbuja inmobiliaria.

En el primer caso se empezó con un problema de corto alcance al ceñirse únicamente a las llamadas hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos y ha terminado en una auténtica crisis financiera, que incluso ha traspasado el Atlántico con múltiples ramificaciones en países, mercados y productos de inversión. Ahora, en Europa, como consecuencia de este miedo a las turbulencias se han endurecido también las condiciones crediticias y los costos de financiación de deudas aumentan de forma inexorable. Todo ello a pesar de que los dos bancos centrales no dejan de inyectar liquidez para aliviar las tensiones en los mercados monetarios. En EEUU, además, ya es evidente el parón del sector inmobiliario, fácilmente visible con las continuas caídas de las ventas y los precios de las viviendas.

Todos estos factores de riesgo, trasladados a las bolsas europeas, han supuesto un duro batacazo para las entidades financieras, tengan o no relación directa con la crisis de las hipotecas de alto riesgo, y para el sector de la construcción y las inmobiliarias. De poco les ha servido, en el caso de los bancos, que tengan las cuentas saneadas y sus perspectivas de beneficios sigan siendo altas. Y para las constructoras, salvo contadas excepciones, tampoco ha habido clemencia, a pesar de sus esfuerzos para diversificar actividades, las adquisiciones corporativas o la expansión internacional.

El peso de la deuda, en un tiempo de crédito más caro, les ha empezado a pasar factura: algunas estimaciones descubren que las seis primeras constructoras presentes en el Estado español adeudan 90.000 millones de euros.

Pero en este último trimestre la gran noticia llegó el pasado día 17 se setiembre, cuando la Reserva Federal de Estados Unidos recortó los tipos de interés un 0,50%, hasta el 4,75%, apenas a algo más de un mes de que dejara entrever la necesidad de un subida adicional para contener los peligros de la inflación.

En agosto los precios crecieron, en tasa interanual, un 2%. En Europa la historia es diferente, y todas las insinuaciones del BCE van dirigidas a seguir por la senda de la subida de tipos, actualmente en el 4%, aunque la decisión podría demorarse a la espera de más datos sobre el efecto de las turbulencias financieras. En definitiva, la rebaja de los tipos en EEUU ha sido un auténtico bálsamo, pero sólo ha servido para aminorar las pérdidas en la recta final del trimestre. El CAC 40 resta desde junio un 5,60%; el Ibex, un 2,12%; el Dax Xetra, un 1,82%, y el Footsie 100, un 2,14%. No obstante, todos ellos acumulan ganancias desde el comienzo del año.

Así, el Dax Xetra, el mejor, sube un 19,17%; el Ibex, un 3,04%; el CAC 40, un 3,14%, y el Footsie 100, un 3,95%.

Bálsamo

La rebaja de los tipos de interés hasta el 4,75% en Estados Unidos ha sido un auténtico bálsamo que ha servido para aminorar las pérdidas en la recta final del tercer trimestre del año.

El derrumbe del ladrillo y los recelos bancarios

Los inversores despiden setiembre sin sentir ningún reparo al abandonar al sector de la construcción, visiblemente afectado por el pinchazo inmobiliario y el endurecimiento de las condiciones crediticias para financiar su deuda. Dejan atrás, en su mayoría, ejercicios de revalorizaciones impensables y han pasado a ocupar los primeros puestos en las listas de perdedores. En lo que va de año, Sacyr se deja un 45,47%, FCC, un 26,49%, Ferrovial, un 19,74, y ACS, un 9,40%. La nota contrapuesta la pone Acciona (+35,15%), catapultada por su participación en la compra de Endesa junto a la eléctrica italiana Enel. No menos agitado ha sido la evolución de los valores bancarios, presionados por la crisis crediticia y los recelos provocados con las dificultades de liquidez de otras entidades financieras. Los expertos creen que más pronto que tarde recuperarán su posición de solidez, sobre todo los grandes, ya que el resto está más expuesto a los problemas del crédito y el ladrillo.

El BBVA cede este año un 9,87%, y el Santander, un 3,61%. En las ganancias del Ibex, destacan BME (+38,97%), Gamesa (+37,41%) y Gas Natural (+32,04%). En el CAC 40 las mayores subidas anuales corresponden a Alstom (+44,74%) y EDF (+34,18%), mientras que Alcatel-Lucent (-36,70%) y EADS (-19,27%) encabezan las pérdidas. Los grandes bancos también han sufrido los embates de la crisis: Crédit Agricole se deja un 14,47%, BNP Paribas, un 7,67%, y Sociètè Gènèrale, un 6,56%. A. CASTRO

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