¿Qué hará el PNV si vuelve a Loiola en 2010?
Iñaki IRIONDO
No debe restarse trascendencia a la iniciativa del lehendakari. Aunque en ocasiones anteriores ha hecho promesas que no ha cumplido, esta vez se ha comprometido con una fecha que a nadie se le va a olvidar.
Habrá que ver cómo evolucionan los acontecimientos entre las elecciones a Cortes de marzo ( y ver quién las gana) y el pleno que Ibarretxe anuncia para junio. Es posible que la forma (ya se está hablando de chantaje al Estado) prime sobre el fondo, Madrid diga no y Lakua se vea obligada a la confrontación que supone convocar una consulta ilegal con todas sus consecuencias. ¿Dará el paso? Eso abre un escenario desconocido hasta ahora e interesantemente imprevisible en sus consecuencias futuras.
Pero los árboles, por floridos y atractivos que sean, no nos deben impedir ver el bosque: 1) Ibarretxe pretende oficializar un camino ya recorrido clandestinamente. El pacto que el lehendakari pide al presidente del Gobierno, es literalmete el «punto cero» que el Ejecutivo español acordó con ETA en julio de 2005 y que después incumplió el 29 de junio de 2006 tratando de disculparse en que había hecho su declaración sin papeles y «de memoria». Entonces el mayor incumplimiento fue la mención a la Constitución que hizo Zapatero. Ayer el Gobierno español lo repitió: «Constitución, Constitución, Constitución». ¿Cómo propone Ibarretxe romper ese techo?
2) Si esa fase se supera y los partidos se adentran en la búsqueda de un acuerdo de normalización, es decir, en la institucionalización de las conversaciones de Loiola del año pasado ¿qué hará el PNV? ¿Volver a alinearse con el PSOE? ¿Impedir que se pueda superar la partición? ¿Limitarse a una reforma estatutaria? Esa volverá a ser la cuestión dos años después. ¿La tiene resuelta el PNV?