pleno de política general en gasteiz
Ibarretxe asienta su plan sobre los avances logrados en el alto el fuego
«No estamos dispuestos a dejarnos arrastrar hacia el pasado». Ibarretxe inició con esta frase la exposición de sus objetivos. De hecho, el plan del lehendakari recoge el método usado en el último intento negociador y plantea trabajar a partir de los contenidos ya consensuados en el mismo. «El diálogo político no ha sido en vano -dijo-. Contamos con bases sólidas».
Ramón SOLA | GASTEIZ
El proceso dibujado por Juan José Ibarretxe remite claramente al desarrollado, sin resultado final, en los últimos meses. En la etapa final se plantea de hecho que se vuelva a acometer una doble negociación; por un lado, entre ETA y el Gobierno español; por otro, entre los partidos políticos vascos en busca un acuerdo de carácter resolutivo que sea finalmente avalado por la ciudadanía vasca. El lehendakari no ocultó esta referencia en su intervención, pero no explicó cómo logrará implicar a Madrid en la búsqueda de solución o cómo forzaría un acuerdo político que el PNV acaba de rechazar.
Al inicio de su discurso, Ibarretxe citó seis elementos que sitúa como «activos para abordar un nuevo ciclo histórico». Todos ellos hunden sus raíces en el último proceso negociador concluido en mayo tanto en lo relativo a la mesa Gobierno-ETA como en las negociaciones políticas Batasuna-PSOE-PNV.
Así, Ibarretxe saludó que a día de hoy «todas las partes asumen que es preciso afrontar la solución en dos ámbitos separados: el ámbito de la negociación técnica para lograr el fin de la violencia, y el ámbito de la negociación política entre los partidos vascos para la solución final del conflicto político». Sin citarla expresamente, Ibarretxe confirmó así su respaldo al procedimiento propuesto por Batasuna hace ya tres años en Anoeta. En este punto, el jefe del Gobierno de Lakua sí elogió «la experiencia irlandesa, que nos enseña que trabajar en paralelo en los dos ámbitos, sin subordinarse ni supeditarse mutuamente, es una estrategia clara para lograr el éxito final».
En paralelo, Ibarretxe destacó la aceptación de «la necesidad de afrontar un final dialogado de la violencia», que constata tanto en la resolución del Congreso de mayo de 2005 como en el aval del Parlamento Europeo y otras instancias internacionales. Y puso sobre la mesa también que cualquier diálogo resolutivo «implica la necesidad de que todos los participantes en el mismo manifiesten su compromiso con el respeto de todos los derechos humanos», una cuestión asumida igualmente en el último intento frustrado.
«Avanzamos en consensos»
Ibarretxe constata que también en las negociaciones políticas se han puesto jalones para avanzar. Así, dijo que «las reuniones y contactos políticos que se han sucedido a lo largo de la tregua han permitido avanzar en consensos no alcanzados hasta la fecha entre fuerzas políticas diferentes. Hoy, por ejemplo, una mayoría de las fuerzas políticas reconoce la identidad del pueblo vasco y asume la existencia de un conflicto político pendiente», precisó.
Algunas de sus afirmaciones calcaron planteamientos reiterados en los últimos años por la izquierda abertzale. Así, Ibarretxe destacó que «la solución del conflicto vasco no estriba en ponernos de acuerdo en un resultado político concreto, en términos de independencia o auto- nomía, sino en acordar las reglas de juego democrático que permitan defender y materializar todos los proyectos políticos en términos de igualdad». Y precisó cuál cree que es la «raíz» a resolver: «Respetar la voluntad de la sociedad vasca y reconocer los diferentes ámbitos de decisión del pueblo vasco».
Citó seis políticas que ve «fracasadas»: el accionar de ETA, no aceptar que existe conflicto político, utilizar a las víctimas, mezclar normalización y paz, ilegalizar y no respetar todos los derechos humanos.
Ibarretxe admitió que sigue sin llegarse a un acuerdo político, pero saludó que hoy día la mayoría «reconoce la identidad del pueblo vasco y asume la existencia de un conflicto político pendiente».
Ordu erdiz Legebiltzarraren aurrean bildu ziren ezker abertzaleko ordezkariak «Iruzurrik ez» zioen leloari eutsiz, aurreikusten baitute iruzurra egon daitekeela Ibarretxek mahai gainean jarritako egitasmoaren azpitik. «Demokrazia Euskal Herriarentzat» eta «Euskal Herria aurrera» oihuak egin zituzten ertzainen aurrean eta lurraldetasuna aldarrikatzeko euskal herrialdeen armarriak erakutsi zituzten.