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La Junta Militar de Myanmar lleva el control social hasta internet

Un día más, las calles de Rangún amanecieron tomadas por el Ejército birmano y bloqueadas por alambres de espino. Tiros al aire, bastonazos, golpes y monasterios rodeados por las tropas conforman la realidad de Myanmar. La Junta Militar ha dado un paso más y ha reforzado el control sobre internet, además de ordenar el cierre de los cibercafés de todo el país. Las protestas volvieron a sobrepasar las fronteras birmanas y AI ha convocado movilizaciones para mañana.

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A tiros o bastonazos, el Ejército birmano dispersó a lo largo de la jornada a decenas de grupos de manifestantes, más reducidos que en días anteriores debido al bloqueo de calles, que amanecieron con alambres de espino. Los soldados también ocuparon los mayores monasterios budistas para impedir la salida de los monjes y estrecharon el cerco en torno a las pagodas de Shwedagon y Sule, los dos puntos emblemáticos de los manifestantes en Rangún. En las cercanías de esta última pagoda, dos personas resultaron heridas por disparos de bala y, al parecer, se practicaron arrestos casa por casa.

En otro punto céntrico de la ciudad, un testigo afirmó que los militares abrieron fuego contra manifestantes en el barrio de Kyauktada, acorralándolos entre las calles de Anawrahta y Maha Bandoola. Subrayó que hubo docenas de detenidos y que recibieron un aluvión de golpes. Pocas horas antes, los soldados reprimieron una protesta de la Liga Nacional para la Democracia (LND), liderada por Aung San Suu Kyi, nuevamente encarcelada desde el domingo.

El embajador australiano en Myanmar, Bob Davis, aseguró que la cifra de las víctimas mortales es «significativamente mayor» a la ofrecida por la Junta Militar. Residentes en Rangún afirmaron que las tropas retiraban los cuerpos «velozmente».

Entretanto, nuevas tropas partieron hacia la capital, al tiempo que aviones militares despegaban de la base aérea de Matehtilar, según la radio Mizzina. Por su parte, el Ministerio de Defensa reforzó el control sobre internet, bloqueando servidores, atacando con virus blogs de opositores y rastreando la red en busca de internautas contrarios a la Junta Militar, que además ordenó el cierre de los cibercafés de todo el país. Esta medida coincidió con la ruptura del acceso a internet. Asimismo, las líneas telefónicas fueron cortadas a partir del mediodía.

Fuera de Myanmar, cientos de personas se concentraron frente a las embajadas birmanas en Kuala Lumpur, Washington, Roma o La Haya. Por su parte, Amnistía Internacional ha convocado para mañana movilizaciones en el Estado español.

China, Rusia y Japón, reacios a la aplicación de sanciones

Mientras países como Estados Unidos, Australia o el Estado francés han reclamado la inmediata adopción de sanciones económicas contra la Junta Militar, China y Rusia se han limitado a pedir «contención» a todas las partes y a considerar «prematuro» la adopción de sanciones. El presidente ruso, Vladimir Putin, sostuvo que la situación en Myanmar «merece una discusión especial en el seno de la ONU con el fin de analizar si lo que está ocurriendo puede ser semilla de peligros para el orden internacional». En la declaración aprobada el pasado miércoles, el Consejo de Seguridad de la ONU evitó la palabra condena ante la postura de Rusia y China, con derecho a veto. Ambos países se mostraron reticentes a ir más allá de solicitar «contención», alegando que la situación, por el momento, no amenaza la seguridad internacional.

Japón también descartó la aplicación se sanciones. Para el primer ministro, Yasuo Fukuda, «en este momento, no son la mejor medida». Sobre la muerte el jueves del reportero gráfico Kenji Nagai, que fue tiroteado en el suelo, confirmó que presentarán una protesta formal ante la Junta Militar. En rueda de prensa, el ministro portavoz del Ejecutivo nipón, Nobutaka Machimura, indicó que exigirán «una clarificación de la verdad» y que esperan que las autoridades birmanas «tomen las medidas apropiadas para garantizar la seguridad de los ciudadanos nipones». «De momento, vamos a considerar qué hacer después de los acontecimientos y el resultado de las negociaciones. Por ahora no estamos pensando suspender de inmediato nuestras ayudas», reiteró. GARA

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