Zalla se estrena con una película que asegura «no es para sentirse bien»
Según Christophere Zalla, «Padre Nuestro» es una película «desafiante sobre la búsqueda de una familia». En ella se cuenta la historia de dos jóvenes que emigran a Nueva York desde México: Juan y Pedro. Éste último, además, tiene un objetivo claro: encontrar a su padre Diego.
Rebeka CALVO | DONOSTIA
El primer largometraje de Christophere Zalla habla sobre la tristeza que produce «ir a otro lugar y no hallarte, no encontrarte», explicó el director. «Padre Nuestro» es una película con la que su director quiere «desafiar» al público. «Es una historia desafiante sobre las búsqueda de una familia», explicó Zalla, que opta al premio Fundación Altadis-Nuevos directores con este trabajo. Zalla, además, ganó con esta misma película el Premio del Jurado en el Festival de Sundance de este año.
La historia se desarrolla en Nueva York, en Brooklyn más concretamente, pero se podría extrapolar a cualquier otro lugar del mundo, ya que es la historia de aquellas personas que tienen que emigrar para labrarse un futuro en condiciones.
En esta ocasión, sin embargo, los inmigrantes son mexicanos, Juan y Pedro, y se podría decir que, aunque en el transcurso de la historia lo que parecía malo no lo era tanto, y viceversa, Juan es el bueno y Pedro, el malo de la película. Los dos se dirigen a Nueva York en un camión y es allí donde se conocen. Pedro cuenta con ayuda en Brooklyn, ya que es allí donde vive su padre, al que no conoce, y precisamente este dato es el que posibilita que Juan suplante a Pedro y se presente ante Diego (el padre) como su hijo. «Muestro los conflictos que todos tenemos dentro. Algunos episodios de la película muestran la relación con mi padre y los chicos son como dos mitades de mí mismo», aclaró el director.
La película mantiene en tensión al espectador en todo momento, justo lo que pretendía Zalla al escribir el guión: «Es difícil saber qué es lo que pasará. No es una película para sentirse bien». «A medida que escribía el guión éste iba tomando forma por sí solo. El argumento impulsa la película», añadió.
Armando Fernández, que interpreta el papel de Juan en el filme, aclaró que «tengo como quince años sin vivir con mis padres, de alguna manera eso me ha ayudado mucho a buscar ese lado paterno».
«Antes de dedicarme a la actuación tuve que vivir en la calle, y por eso, cuando llegó el personaje a mis manos, me sentí identificado», añadió el joven actor mexicano.
La película transcurre en Brooklyn, uno de los borough más conocidos de Nueva York, junto con Manhattan, The Bronx o Queens. El director Christophere Zalla explicó, sin embargo, que «la película no es sobre Brooklyn, no es como «Smoke» (Paul Auster), que es una celebración de Brooklyn».
El papel del padre que emigró a Nueva York y recibe ahora la visita de su «supuesto» hijo corre a cargo de Jesús Ochoa, pieza clave en películas como «Nicotina» (2003). Ochoa explicó que «la valla que se alza entre México y EEUU es una aberración, no habrá barreras que detengan las migraciones». Añadió, además, que este trabajo le ha dado la oportunidad de «reproducir lo que pasa en Nueva York» respecto a la inmigración, pero «sin instalarse en la nostalgia, sino mostrando lo que pasa en realidad».