Al rifirrafe en torno al cierre del vertedero de San Marcos se sumaron ayer los representantes del PNV y EA de Errenteria, al igual que hicieron el día anterior sus homólogos en el Ayuntamiento de Donostia.

Ambos partidos exigieron al PSE que asuma su responsabilidad para reponer la mayoría resultante de las últimas elecciones en la Junta de la Mancomunidad de San Marcos y ofrecieron su apoyo para lograr el cierre del vertedero, previsto para el 1 de octubre.

Los portavoces municipales de PNV y EA en Errenteria, Maite Peña y José Mari Burgos, respectivamente, mostraron su apoyo «incondicional y gratuito al partido socialista para reconducir la situación y poder cumplir con todos los compromisos adoptados y cerrar el vertedero de San Marcos a la mayor brevedad». Según explicó Peña, «en San Sebastián EB cuenta con 23 votos más de los que les corresponderían en la Mancomunidad, mientras que en Lasarte son 6 los votos que tiene de más».

En opinión de las representantes municipales, «esto ha hecho posible que Ricardo Ortega (EB) sea presidente de la Mancomunidad, gracias a que los ayuntamientos gobernados por el partido socialista como los de San Sebastián o Lasarte han concedido a EB una representación muy superior a la realmente obtenida en las últimas elecciones, con las consecuencias que ello nos está acarreando».

Peña y Burgos mostraron su preocupación por «el retraso en el cierre del vertedero de San Marcos», al tiempo que acusaron de irresponsabilidad a los nuevos gestores de esta mancomunidad, que han retrasado el cierre del vertedero pese a que «estaba ya perfectamente consensuado y atado desde la pasada legislatura». Por ello, exigieron a los nuevos rectores «que cumplan con los acuerdos adoptados con el resto de mancomunidades, la Diputación y los vecinos de la zona, de forma que hagan posible el cierre del vertedero a la mayor brevedad».

Los portavoces sostuvieron que a la nueva Junta «sólo le interesan los réditos políticos de su pose anti-incineración y no les preocupa para nada el bienestar de los vecinos de Errenteria», quienes tienen que «seguir soportando olores y molestias por la irresponsabilidad de estos nuevos gestores y de los que les han aupado».

El hecho es que la incineración no tiene cabida en la líneas de trabajo de la nueva Junta de la Mancomunidad de San Marcos. Nada más tomar su cargo, ésta expuso su intención de dar un vuelco a la política de gestión de residuos mantenida por la anterior Junta, dejando de lado la incineración e impulsando sobre todo la reducción, la reutilización y el reciclaje. Ante este anunció los tres vertederos que en un primer momento iban a recibir las basuras de San Marcos mostraron su negativa a hacerlo, por lo que a día de hoy el cierre del vertedero situado en Errenteria es inviable.

«Manipulación interesada»

En torno al cierre de San Marcos se refirió el portavoz de EB en el Ayuntamiento de Errenteria, José Manuel Ferraras, quien reiteró su apuesta por la clausura del vertedero y su rechazo a la incineración. En su opinión PSE, PNV y EA «mezclan de forma interesada y manipuladora el cierre del vertedero con la construcción de la planta incineradora», y son «el muro que impide cambiar el rumbo de la gestión de residuos».