Un día después de que los presidentes de BBK, Kutxa y Caja Vital, Xabier de Irala, Ricardo Etxepare y Gregorio Rojo, respecti- vamente, demandaran a la clase política que genere «el clima de consenso y acuerdo necesario» para materializar una fusión «irreversible, inaplazable e imprescindible», la patronal Confebask subrayó que se trata de un proceso «positivo y necesario».

En declaraciones a Europa Press, un portavoz de Confebask señaló que la patronal se reafirma «en la posición que ya expresamos en su momento». «Creemos que se trata de un proyecto positivo y necesario para el país y seguimos apostando por él», insistió.

«Clave empresarial»

En la línea expresada días atrás por Irala y Rojo, en el comunicado conjunto los máximo responsables de las entidades subrayaron que se trata de «una operación empresarial y de creación de valor económico y social» y apelaron a los responsables de las instituciones y entidades fundadoras de las cajas a que «asuman su liderazgo político y lleguen a los acuerdos necesarios» para que el proyecto se convierta en realidad.

Los presidentes de BBK, Kutxa y Vital Kutxa insistieron en que la fusión está pensada «en clave empresarial y de compromiso social».

Desde el ámbito político, el alcade de Donostia, Odón Elorza (PSE), aseguró que tiene «muchísimo temor» a que se materialice la fusión, porque podría «favorecer un centralismo bilbaino de las inversiones como ha sucedido hasta ahora con otros fenómenos». Manifestó que «o las cosas se plentean muy claras y con muchas garantías de que no sea un instrimento en manos de Bilbao o Bizkaia o no sería partidario como alcalde de esa fusión».

A la formación de Elorza se dirigió el portavoz de la Presidencia de EB-Berdeak, Mikel Arana, que instó al secretario general del PSE, Patxi López, a «desautorizar públicamente» a Txarli Prieto, quien horas antes del pronunciamiento conjunto de los presidentes de BBK, Kutxa y Vital Kutxa asegurara que la propuesta de Ibarretxe aparca el proceso. «Ligar la fusión a la iniciativa de Ibarretxe demuestra inmadurez política y una actitud de desprecio a las necesidades prioritarias del país y a su propio desarrollo».

El PP también trasladó su mensaje al PSE al pedirle que «aclare» su postura y considerar que tratan de «aparcar el proyecto hasta después de elecciones por el miedo electoral que suscita el tema».