Seis artistas presentan sus miradas sobre Bilbao La Vieja
El Museo de Reproducciones Artísticas de Bilbo, ubicado en pleno centro del barrio de San Francisco, inauguró el pasado martes una exposición sonora y fotográfica sobre esta zona y la vecina Bilbao La Vieja. Comisariada por Txema Agiriano, la muestra incluye obra de Txema Franco, Ignacio Sáez, Felipe Uribarri, Jaime Gartzia, «Baseline» y Rinus van Alebeek.
Karolina ALMAGIA | BILBO
La exposición «Allende la puente» se enmarca dentro del proyecto «Bilbao La Vieja, Puente a la Cultura» que, organizado por el Área de Cultura del Ayuntamiento, pretende poner en valor el barrio mediante la programación de diferentes actividades.
La muestra se compone de la obra de cuatro artistas que trabajan con la imagen (Txema Franco, Ignacio Sáez, Felipe Uribarri y Jaime Gartzia) y de dos artistas sonoros (Pilar Baizán, «Baseline», y Rinus van Alebeek), todos ellos relacionados de alguna manera con los barrios de San Francisco y Bilbao La Vieja. «Esta exposición recoge la memoria de lo que ha sido el barrio y la percepción de lo que es actualmente, a través de la fotografía, el vídeo y la instalación sonora», explica el comisario Txema Aguiriano, experto en Artes y Nuevas Tecnologías. «Unos eligen la imagen física del barrio y otros las personas que lo habitan», añade.
Así, el artista y fotógrafo Jaime Gartzia se ha dedicado en los últimos cinco años a retratar meticulosamente el proceso de cambio urbanístico que está experimentando esta céntrica zona. En esta exposición presenta, por un lado, imágenes sobre el proceso posterior a los derribos acontecidos en Bilbao La Vieja y, por otro, fotografías sobre los restos arqueológicos hallados en la plaza Corazón de María. «Relaciono las ruinas con la nueva imagen de la ciudad. Me atrae el espacio social vacío», indica este artista que habitó una de las casas derribadas en Bilbao La Vieja. En cuanto a Txema Franco, da su visión del distrito en un cuidado blanco y negro. «Me gustaría transmitir la sorpresa que me causó este barrio cuando me instalé aquí, la idea de un Bilbao desconocido que ya ha desaparecido. Es un homenaje melancólico a una ciudad que mezcla lo antiguo con lo nuevo», señala el artista. Felipe Uribarri, por su lado, ha fotografiado a los habitantes, de tal manera que sus imágenes reflejan el lado humano del barrio. «Utilizo la fotografía documental como un espejo de este espacio multicultural. Son retratos con una puesta en escena un tanto teatral, buscando que el fondo tenga una lectura propia del barrio, a modo de iconografía». Finalmente, Ignacio Saéz muestra un vídeo realizado por la noche desde un coche. «Mi intención no era retratar la vida del barrio, sino sacarlo desierto. Es un recorrido por las zonas menos transitadas de La Vieja».
En cuanto a los documentos sonoros, el holandés Rinus Van Alebeek, artista, viajero y escritor, deja constancia de su trabajo grabado en las calles de Bilbo. Además, Pilar Baizán, «Baseline», presenta una obra realizada a partir de pequeños fragmentos sonoros manipulados.