La ONU insta a Myanmar a «no perder la oportunidad histórica de dialogar»
La ONU instó a la Junta Militar birmana a «no perder la oportunidad histórica de dialogar» con Aung San Suu Ky, mientras que EEUU y Gran Bretaña pidieron de nuevo a la UE que adopte mayores sanciones. En la calle, miles de personas se movilizaron en todo el mundo.
GARA |
El enviado especial de la ONU para Myanmar, Ibrahim Gambari, instó a la Junta Militar a «no perder la oportunidad histórica» de iniciar un diálogo con la oposición. En la presentación de su informe ante el Consejo de Seguridad, dijo sentirse «cautelosamente animado» por el anuncio de que el general Than Shwe está dispuesto a reunirse con la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Ky, aunque bajo «ciertas condiciones». Gambari remarcó que, primero, la Junta birmana debe «liberar a todos los detenidos políticos»
Antes de su intervención, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se mostró enérgico en su condena a la actuación de los militares. «Reitero que el uso de la fuerza contra manifestaciones pacíficas es repugnante e inaceptable», declaró.
Reunidos a puerta cerrada después de oír las palabras de Gambari, Estados Unidos, el Estado francés y Gran Bretaña acordaron con la abstención de Rusia y China el borrador de una declaración a favor de la «reconciliación nacional» en Myanmar. A la salida, el embajador estadounidense Zalmay Khalilzad advirtió que su país está dispuesto a ir más lejos.
«EEUU está horrorizado por la brutal represión que ha llevado a cabo el régimen contra su propia población. Si la Junta no responde a las demandas de la comunidad internacional, EEUU está preparado para introducir una resolución en el Consejo de Seguridad para la imposición de sanciones», afirmó.
Mientras la ONU sigue intensificando su presión, miles de personas se manifestaron ayer en todo el mundo, desde Taipei a Londres. En la capital británica, monjes birmanos esparcieron pétalos de rosa en el río Támesis y encabezaron una manifestación hasta la plaza Trafalgar. Allí Irene Khan, secretaria general de Amnistía Internacional (AI), subrayó que la situación en este país asiático «no es una emergencia de derechos humanos de hoy, ni del pasado mes. Es una emergencia que el mundo ha preferido olvidar durante los últimos 20 años. Esta vez no olvidaremos, no abandonaremos al pueblo birmano».
En una reunión televisada con monjes budistas en su despacho, el primer ministro británico, Gordon Brown, volvió a pedir a la UE que adopte mayores sanciones, incluida la prohibición de invertir en el país.
La jornada internacional de protestas, convocada por AI, comenzó en Melbourne, Australia, donde 200 personas marcharon detrás de una pancarta que reclamaba «no más derramamiento de sangre». En Taipei, otras tantas desafiaron a los vientos del tifón Krosa. En Myanmar, hubo vigilias clandestinas a la luz de las velas.
«El mundo no es el mismo que hace 20 años y ningún país puede darse el lujo de actuar fuera de las normas por las que se mide a todos los miembros de la comunidad internacional».
El primer ministro británico afirmó que mantendrá «la presión para lograr el cambio» en Myanmar. Mostró su compromiso para asegurar que la UE impondrá sanciones más duras contra los militares birmanos.
La secretaria general de AI denunció que la situación en este país asiático «es una emergencia que el mundo ha preferido olvidar en los últimos 20 años. Esta vez no lo olvidaremos».