La Comisión de Relaciones Internacionales del Parlamento de Cuba pidió a «todos los parlamentarios del mundo» que denuncien y exijan el fin del bloqueo económico y comercial impuesto por Estados Unidos desde hace casi 50 años.

«La aplicación sistemática de esta guerra económica, que ya cuesta a nuestro país más de 89.000 millones de dólares, a la par que el incremento de agresiones de todo tipo, en un abierto y prolongado terrorismo de Estado, han causado miles de víctimas a la población cubana y lesionan su más elemental derecho a la vida, tratando de aniquilarla por hambre y enfermedades, en un verdadero genocidio», denuncia la declaración aprobada por la Comisión en una sesión extraordinaria.

En este sentido, el profesor Rodrigo Álvarez Cambra enumeró los efectos nocivos contra la salud que ha tenido el bloqueo y, a modo de ejemplo, citó la negativa de Estados Unidos a conceder visados a médicos especialistas estadounidenses invitados a un congreso de Ortopedia, que recientemente se celebró en la isla caribeña.

La declaración de los legisladores subraya que dos tercios de la población cubana ha nacido y crecido bajo el bloqueo de Estados Unidos. «Las leyes Torricelli y Helm Burton, y más tarde el Plan del Presidente Bush para la recolonización de Cuba, de mayo de 2004, han intensificado las presiones y sanciones contra gobiernos, bancos y empresas de terceros países, logrando en no pocos casos, imponer su voluntad y hacer efectiva su aplicación mediante el chantaje y las amenazas», incide.

Insiste en que «desde 1959, Cuba ha sido víctima de esa cruel y criminal política impuesta, mantenida y endurecida por todas las administraciones estadounidenses que se han sucedido hasta hoy».

«Oídos sordos» a la ONU

Añade que «nunca antes pueblo alguno tuvo que soportar tan largo asedio por parte de la mayor potencia que recuerde la historia. Nunca tampoco ningún pueblo resistió tan heroicamente tamaña agresión, sin claudicar, ni renunciar a su independencia y soberanía, y a su derecho a construir el sistema político, económico y social de nuestra elección».

Por último, recuerda que durante 15 años la Asamblea General de la ONU ha reclamado el fin del bloqueo. «Sin embargo, han hecho oídos sordos a ese clamor universal y lejos de dar pasos para su total eliminación, han reforzado sistemáticamente su instrumentación y más rigurosa aplicación».