Representantes de los sindicatos ELA, SATSE, LAB, CCOO, UGT, ESK y UTESE anunciaron ayer que no acudirán hoy a la mesa sectorial de Osakidetza, porque «pretende imponer una negociación colectiva» que «deja a más del 80% del personal fuera». Explicaron que «la oferta presentada por Osakidetza, como respuesta a la demanda sindical es aceptar sin negociar lo firmado con el SME» y subrayan que no se sentarán a una mesa que no aborde otros problemas que afectan a los trabajadores y, por consiguiente, a la calidad de la sanidad pública.

En este contexto, las siete centrales denunciaron que los responsables de Osakidetza están lanzando mensajes para intentar desprestigiar a los trabajadores y poner en su contra a la opinión pública, «diciendo que somos los mejores pagados y que pedimos imposibles».

De hecho, la representante de LAB Txaro Markinez explicó que Osakidetza está desviando la atención a una única cuestión, la carrera profesional, cuando hay temas importantes «a los que no ha hecho caso».

Así, las siete centrales incidieron en que quieren hablar de redistribución de las tablas salariales y reordenar el comple- mento específico para reducir el abanico salarial existente entre los diferentes grupos de trabajadores de la sanidad pública y precisaron que la diferencia entre el que más y el que menos cobra puede ser de hasta 35.000 euros.

La mayoría sindical pide, asimismo, que se realice un estudio de las cargas salariales y ritmos de trabajo, así como un incremento de plantilla donde sea necesario. Demanda, además, que se definan funciones de los distintos profesionales, dotación presupuestaria para euskaldunizar el sector, así como que no se privatice la atención sanitaria y se revierta lo ya privatizado o un sistema de rejuvenecimiento de la plantilla para todo el personal.

A este respecto, Nere Urrestarazu, de ELA, incidió en que cuando Inclán se queja del coste económico que suponen las mejoras, «no dice cuánto dinero» cuesta la privatización de servicios, y resaltó que esos datos no los conoce ni el Tribunal Vasco de cuentas Públicas.

Tras exponer las cuestiones pendientes de debate, los sindicatos subrayaron que «no estamos pidiendo subidas salariales, estamos exigiendo mejorar nuestras condiciones de trabajo, lo cual va a tener una repercusión directa en los pacientes».

Los sindicatos instaron al consejero de Sanidad de Lakua, Gabriel Inclán, a «reflexionar» por qué acudirá a la cita «una organización que representa sólo al 10% de los trabajadores» y advirtieron que si hoy firma un acuerdo que tiene una vigencia de tres años, «tendrá tres años de conflicto».