El comité de empresa de Onena entregó ayer en el departamento de Trabajo del Gobierno de Nafarroa un escrito en el que rechaza los argumentos económicos, técnicos y de producción alegados por la dirección de la factoría para la rescisión de 32 de los 87 contratos de la empresa.

El escrito, entregado en el transcurso de una concentración, rechaza las causas económicas, ya que, si bien en 2006 hubo unas pérdidas de 164.678 euros, los beneficios de años anteriores son superiores a los 7.500.000 euros, por lo que «es un argumento inaceptable para extinguir 32 puestos de trabajo».

Recoge, además, que «no podemos entender que para cumplir las leyes medioambientales haga falta hacer un expediente de extinción de 32 puestos de trabajo. Resulta totalmente inaceptable».

El comité, tras denunciar que se pretende hacer una deslocalización, considera «paradójico» que se aleguen causas de producción cuando se ha pasado de una facturación de 14.563.717 euros en 2005 a 15.828.802 en 2006.

También los trabajadores de Solano se movilizaron ayer para reclamar al Gobierno un compromiso de reindustrialización, exigencia que Nafinco dice que no puede aceptar.

Reindustrialización

Después de salvar la distancia que separa Agoitz de Iruñea andando, los trabajadores se concentraron ante el Parlamento, donde compareció el director gerente de la sociedad pública Nafinco, propietaria de Solano hasta el mes de julio, cuando la vendió a Suelas Carey, y titular todavía de naves y terrenos.