El sindicato LAB ha emplazado al conjunto de la ciudadanía y de los trabajadores a secundar la jornada de movilizaciones que mañana, jueves, llevará a cabo la izquierda abertzale para denunciar la encarcelación masiva de dirigentes independentistas.

El secretario general de LAB, Rafa Díez, compareció junto a los representantes sindicales Ainhoa Etxaide y Txutxi Ariznabarreta para retomar la rueda de prensa que el pasado viernes se vieron obligados a retrasar ante la redada policial contra Batasuna. El sindicato abertzale emplazó al conjunto de los trabajadores a que secunden la jornada de movilizaciones de mañana, así como la marcha por la independencia que recorrerá el viernes por la tarde las calles de Iruñea.

Díez se refirió, a este respecto, a lo que a su entender se esconde tras el operativo: «en las nuevas realidades de confrontación, de tensión, de debate político, lo que está en el fondo en juego es el carácter y el contenido del cambio político». Una variación que tildó de «inevitable» en el marco jurídico y político de Euskal Herria, ya que el ámbito actual «está agotado y neutralizado», aunque, a su juicio, las instancias españolas se empeñen en no reconocerlo.

El dirigente sindicalista denunció que el arresto y la encarcelación de representantes de la izquierda abertzale supone una medida «totalmente arbitraria con un neto impulso político». Lo enmarcó en el contexto de «un pulso», en el que «lo que está en juego es el carácter y el contenido del cambio político, que es inevitable en Euskal Herria», aunque lo pretendan «retrasar» con medidas represivas.

Un cambio al que se resiste el Ejecutivo del PSOE, plegándose, al parecer de Díez, a las «tesis del PP», y ofertando única y exclusivamente «la vieja receta» de Constitución y legislación española a los ciudadanos vascos, y más represión del Estado.

Prohibiciones en Nafarroa

Precisamente, a la par que realizaban el llamamiento, el delegado del Gobierno en Nafarroa, Vicente Ripa, prohibía las diez movilizaciones convocadas por el sindicato abertzale en el herrialde. La respuesta de LAB también fue contundente: «Han prohibido diez movilizaciones. Llamamos a los trabajadores de Nafarroa a realizar cien».

Pero por encima del «planteamiento de fuerza» que supone la actuación del Ejecutivo y «las disputas entre PP y PSOE sobre España y sus símbolos», el marco «de sometimiento» actual está «neutralizado, agotado» para el sindicato abertzale.

«Es una realidad objetiva»

El secretario general de LAB entiende que es «una realidad objetiva», a la par que una victoria, que Euskal Herria «no quiere seguir encarcelado en la Constitución española y sus límites».

Y es ahí donde se evidencia, a juicio de Díez, la dimensión real del contencioso político del país: que el problema radica en la negación de Euskal Herria y la falta de respeto hacia la palabra de los ciudadanos vascos.

Una base tan democrática como generadora de conflictos en el ámbito político vasco, y donde el empecinamiento español en no reconocer que esa «batalla política está perdida» retrasará lo que «inevitablemente» tendrá que ocurrir: un cambio político en el país. El secretario general de LAB ahondó en esa premisa a la hora afirmar que los acontecimientos que se viven reflejan «un pulso» en el que se juega el contenido y la personalidad del esperado cambio político.

Fue tajante al criticar al Ejecutivo del PSOE por «plegarse» a los planteamientos del PP y ser incapaz de abordar «lo que podría ser una segunda transición en el ámbito territorial», dando la espalda a un proceso político con contenidos.

Oferta de un cambio sin cambio

«Lo que demuestra es que Zapatero pretende embaucarnos [a los vascos] en un cambio sin cambio», añadió Díez, para, acto seguido, realizar el siguiente planteamiento: «Con todo lo que está sucediendo, ¿alguien tiene dudas del porqué se ha roto el proceso de negociación?».

«El Gobierno del señor Zapatero está más interesado en cuestiones de carácter cortoplacista muy ligadas a su futuro electoral que en abordar realmente la solución política y construir un escenario definitivo de paz y soluciones democráticas», agregó Díez.

También se refirió, si bien muy por encima, a la propuesta de Ibarretxe para llevar a cabo una consulta. Aunque no entró a discutir el contenido del plan del lehendakari, censuró que ahora simule entrar en la arena política «como un nuevo jugador», cuando «ha avalado la política del PNV de estos años, por lo que tiene la misma responsabilidad en la lealtad absoluta del PNV al PSOE en las negociaciones».

Además de citar una ingente de interrogantes a aclarar en torno a la propuesta del lehendakari, LAB insistió en la propuesta de un marco democrático de la izquierda abertzale.