El reciente deslizamiento de tierras en un tramo de la pista situada en la margen izquierda del embalse de Esa ha sido debida a «causas naturales», según asegura la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).

Los técnicos de la Confederación dicen que este corrimiento de tierras no ha sido debido a un deslizamiento de la ladera, sino a una escorrentía de agua que se vierte al rebasar su depósito o cauce natural o artificial.

La explicación que da la CHE es que los 40 litros por metro cuadrado que cayeron durante tres días movieron la capa superficial, compuesta por materiales sueltos, y provocaron el corrimiento.

La noticia de este suceso no salió de la CHE sino de la Asociación Río Aragón, que el pasado sábado informó del deslizamiento y aportó fotografías en las que se puede observar el alcance que había tenido.

Esta asociación exigió a la ministra Cristina Narbona que ordenara la paralización de las obras de recrecimiento de Esa por su «evidente riesgo». Por su parte, la CHE asevera que no existe riesgo para la seguridad de los empleados que trabajan en las obras ni para los vecinos de los pueblos de la zona.

Antiguo vertedero

Según informó la CHE, la zona en la que la pista quedó intransitable, un kilómetro arriba de la presa, fue un antiguo vertedero.

«Se movió la capa superficial y no se produjo ningún deslizamiento de la ladera. Por lo tanto, no existe peligro alguno», asegura.