Decenas de civiles han muerto en los bombardeos del Ejército paquistaní de represalia por una emboscada de la tribus pastunes de Waziristán Norte, en la frontera con Afganistán.

«Alrededor de medio centenar de personas, entre ellas mujeres y niños, han muerto bajo las bombas» lanzadas por el Ejército de Pervez Musharraf contra la localidad de Mir Ali, cuyos 50.,000 habitantes huían ayer de los ataques.

Los enfrentamientos estallaron el pasado domingo después de que combatientes tribales atacaran a varios convoys militares. Estos respondieron con una ataque de infantería apoyado por helicópteros y aviones de combate.

El régimen paquistaní ha ofrecido un balance de 200 «rebeldes islamistas» y alrededor de cincuenta soldados muertos en tres días.

Nada se sabe de la suerte de otro medio centenar de soldados desaparecidos y más que presumiblemente capturados con vida por las milicias tribales. La indómita zona tribal fronteriza con Afganistán se ha convertido en uno de los grandes problemas para Musharraf.