La consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Ejecutivo de Iruñea, Begoña Sanzberro, presentó ayer el plan de emergencia para paliar los efectos de la crisis ganadera que, dotado con unos 18 millones de euros anuales, se estructura en cinco grupos, con un total de 18 medidas, que incluyen acciones generales para todos los tipos de ganadería, ayudas puntuales para las explotaciones en situación crítica y ayudas estructurales a largo plazo.

Sanzberro señaló que la crisis ha puesto de manifiesto «los riesgos de depender del exterior para el suministro de alimentos» y aseguró que «nuestro sector primario nos proporciona alimentos seguros y de gran calidad, manejando las explotaciones de forma respetuosa con el medio ambiente».

Manifestación

EHNE-Nafarroa calificó de «mero parche» el plan, por lo que mantiene la manifestación de mañana «por la necesidad de transmitir a la clase política y a la sociedad el momento tan delicado que atraviesa la ganadería navarra».

Estimó que la ayuda máxima de 3.000 euros por explotación es «claramente insuficiente», cuando los sectores ganaderos de carne «están acumulando fuertes pérdidas por el desequilibrio entre los costes de producción y los precios en origen».

Indicó que la crisis es la «punta del iceberg» y que la Administración «debería demostrar un compromiso real y una voluntad política que rescate a las explotaciones».