Julio Bocca afirma en su despedida de Donostia que se va «orgulloso» de lo logrado
GARA | DONOSTIA
El bailarín Julio Bocca, quien actuará hoy por última vez en Donostia dentro de su gira de despedida de los escenarios, afirmó ayer en la capital donostiarra que se retira en su mejor momento, «orgulloso» de lo que ha hecho en su carrera y también de «cómo» lo ha logrado.
Bocca explicó en una rueda de prensa los motivos de su decisión de dejar la danza como intérprete, aunque seguirá ligado a ella como director y productor de espectáculos, después de un periodo para dedicarse un tiempo a sí mismo, para «estar en casa, sin horario, sin obligaciones ni compromisos». A sus 40 años, Bocca se muestra satisfecho con su trayectoria, que comenzó con tan sólo cuatro años, y que le ha llevado a bailar con las grandes compañías y a protagonizar los grandes clásicos del ballet. Una carrera labrada «a su manera», en la que ha huido de «lo cómodo» y ha buscado hacer «algo diferente», «cosas nuevas» que supongan «siempre un desafío».
«Volvería a hacer lo mismo. Me quiero retirar en el mejor momento y dejar un recuerdo lindo arriba del escenario», explicó. Bocca, quien se ha caracterizado por su apuesta por popularizar la danza y reunir en grandes estadios a miles de espectadores, prepara un gran espectáculo para el próximo 22 de diciembre en Buenos Aires
El espectáculo de hoy en el Kursaal arrancará con «Desde lejos», una pieza creada especialmente para su ballet por Mauricio Wainrot con música de Wim Mertens, a la que seguirá «Adiós hermano cruel». El programa se completa con «Nine Sinatra Songs», en la que interpretará bailes de salón que «parecen nada» pero que resultan muy complicados, y con «Cruz y ficción», de Ana María Stekelman.