Las Juntas Generales de Gipuzkoa recibieron ayer a la familia de Pablo Ibar, condenado a muerte en Florida, en su sede Etxezuri de Donostia. El acto tuvo lugar en vísperas del Día Mundial contra la Pena de Muerte que se celebra hoy. Ibar tiene la posibilidad de interponer un recurso de recalificación antes de que acabe el año para poder celebrarse así un nuevo juicio, después de que en marzo del 2006 el Tribunal Supremo de Florida ratificara la condena de muerte. Los familiares explicaron que necesitan más de 250.000 dólares para poder solicitar «un nuevo juicio sin irregularidades».

Esas «irregularidades» fueron también denunciadas por Dolores Osorio, representante de la Fundación Ramón Rubial, y que acompañó ayer a la familia de Ibar. Osorio explicó que la fundación colabora para que Ibar tenga «un juicio justo y una defensa justa que no tuvo en su momento», y reivindicó que «Ibar tiene derecho a un proceso con garantías, en el que admitan las pruebas a su favor que fueron rechazadas en el juicio anterior». Por su parte, Javier Luariz-Ayerdi, primo de Ibar, explicó sobre la situación del mismo que «las fuerzas de apoyo que recibe, entre ellas las del pueblo vasco, le ayudan a mantener fuerzas».

Las Juntas Generales de Gipuzkoa suscribieron ayer la Declaración de Amnistía Internacional en la que solicita a la ONU que suspenda las penas de muerte en los países en los que está presente.