Mientras los trabajadores de Sysmo defendían sus puestos de trabajo y sus condiciones laborales en una concentración ante el Parlamento de Iruñea, la empresa intentaba sacar material de la planta para llevarlo a la nave que ocupaba Proces -empresa que «sufrió el 20 de agosto la misma muerte dulce que nos reservaba Volkswagen»-, para suministrar a HBPO, según ha denunciado la plantilla ante la Inspección de Trabajo.

Los trabajadores impidieron la salida del material y denunciaron a la dirección por «facilitar el acceso a personal ajeno a la empresa para contribuir de esa manera al desmantelamiento, prestando así, una vez más, su apoyo a Volkswagen contra los intereses de los trabajadores». Extienden la denuncia a la empresa que pretendía realizar el transporte del material y a la que le había contratado al entender que estaban vulnerando du derecho a la huelga.

Reivindicaciones

La movilización de los trabajadores cuenta con el respaldo de LAB, sindicato que tacha de lamentable «el papel que UGT y CCOO están desarrollando, tratando de desprestigiar la reivindicación de subrogación que ellos mismos suscribieron en el comité de empresa».

Subraya que la responsabilidad de Volkswagen es «total y absoluta» al romper sus obligaciones con los trabajadores de Sysmo al conceder su trabajo a otras proveedoras. Denuncia que desde que los trabajadores decidieron defender sus empleos, «las direcciones de Volkswagen, Sysmo y de las federaciones del metal de CCOO y UGT han puesto todo su empeño en desmovilizar a la plantilla y tratar de presentarle como responsable del conflicto».