GARA > Idatzia > Eskubaloia

«Tenemos mucho margen de mejora, sobre todo en lo que es el ataque organizado»

p041_f01_097x160.jpg

Javier CABANAS

Entrenador de Portland San Antonio

Después de dirigir durante los últimos ocho años al Altea, Javier Cabanas se enfrenta al reto más importante de su carrera como entrenador al arribar a un conjunto con opciones para pelear por todos los títulos en juego. Este burgalés de 47 años, que destila ambición por inaugurar su palmarés como técnico, ya ha comenzado a imprimir su sello al equipo.

Natxo MATXIN |

Aunque es vox populi que, con la salida de hombres importantes, Portland San Antonio ha bajado su nivel competitivo, Javier Cabanas pretende que el equipo continúe «por tradición e historia» con la misma mentalidad ganadora de las recientes temporadas.

Un bálsamo estas tres últimas victorias ante el inicio titubeante de la temporada.

Todavía no ha habido tropiezos gordos, lo del Gudme lo podemos arreglar si ganamos en su cancha. Los puntos que se perdieron en Valladolid ya no se pueden recuperar, pero cabía esa posibilidad. El equipo le va cogiendo el tono poco a poco, está tirando hacia arriba, más lentamente de lo que yo quisiera, y aún tenemos mucho margen de mejora.

¿Y en qué aspectos hay que llevar a cabo ese margen de mejora?

Primero ser más ambiciosos y machacones en la pista, no conformarnos sólo con ganar los partidos, sino arrasando si se puede. Empezamos bien en el bagaje defensivo, pero hemos bajado el nivel, tenemos que recuperarlo. Pero sobre todo donde debemos mejorar es en nuestro ataque organizado, el juego colectivo es nuestra asignatura pendiente, aunque hemos mejorado en los últimos encuentros.

No admite que se diga que el San Antonio se ha convertido en un conjunto segundón, pero la opinión generalizada es que la marcha de algunos jugadores ha mermado su nivel.

Es cierto que se han ido hombres con mucha calidad, pero por tradición e historia Portland es un equipo que tiene que salir a pelear por todos los títulos, luego hay que ver qué porcentaje de posibilidades de conseguirlos tiene. A día de hoy, Barcelona y Ciudad Real tienen más probabilidades, pero eso no significa que no salgamos a luchar por esas competiciones, el palmarés de títulos cuenta con muchos conjuntos que no eran favoritos.

¿Que el director deportivo sea el ex entrenador suena a tener encima una espada de Damocles?

Zupo está para hacer otro tipo de trabajo diferente al mío. Tengo plena autonomía para tomar decisiones en lo que concierne al equipo y con esas premisas afronté el reto. La verdad es que no hay injerencias y la cosa marcha extraordinariamente bien.

Entre las novedades que ha aportado está jugar con los mismos hombres en ataque y defensa.

El balonmano moderno tiende a imprimirle mucha más velocidad a la transición entre defensa y ataque. Si realizas dos cambios en ese intervalo es prácticamente un suicidio, por eso estamos obligados a hacer las menos variaciones posibles. La moda ahora es juego rápido, con mucha transición arriba y abajo, con resultados muy amplios, con treinta y tantos goles.

Tras ocho temporadas en el Altea, ¿a qué ha tenido que hacer frente en una escuadra con objetivos más elevados?

Cuando estás obligado a ganar siempre tienes un poco más de responsabilidad y no existe ese margen de error que he tenido en otros equipos. Saber afrontar esa situación y plasmarla luego en entrenamientos y encuentros es lo más complicado. Me queda también por conocer el comportamiento de los jugadores ante determinadas adversidades, pero esto sólo se consigue a base de partidos.

Como jugador lo ha ganado todo, ¿espera ahora inaugurar su palmarés como entrenador?

Es mi ilusión, cuanto más gordo sea el título, pues mejor. Estoy en un club en el que es más asequible conseguirlos, hay mimbres para optar a alguno por los que estamos luchando.

¿Qué le falta al balonmano para dar el salto que le permita convertirse en un deporte de masas?

El balonmano no ha sabido vender su medalla de oro en el Campeonato del Mundo. Más que de entrenadores y jugadores, es una labor de los dirigentes, que deben saber poner en marcha una política de marketing para atraer a la gente a los pabellones, porque al público, una vez que ve un partido de balonmano, le gusta este deporte por su rapidez y belleza.

¿Resulta complicado sacar pecho por la cantera, como hacen Valladolid y León, en un deporte donde influye tanto el talonario?

Poco a poco, en el San Antonio se está trabajando con un grupo de jóvenes que van a ir entrenando para aportar savia nueva. De todos modos, para mí, que trabajen bien la cantera están Barcelona y Granollers. Lo demás son leyendas, porque tanto Valladolid como León fichan a jugadores con dieciséis años de otros lugares que no son estas ciudades.

El Granollers tiene más de una decena de hombres de su plantilla que proceden de sus bases y muchos se nutren de la cantera azulgrana.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo