Federico Quevedo 2007/10/9 | EL CONFIDENCIAL
De la independencia de Garzón y un más que posible delito de prevaricación
(...) Pero independientemente de que nos alegremos de que los etarras camuflados de Batasuna hayan cruzado la puerta de la cárcel, no deja de ser del todo preocupante la actitud de un juez que en este asunto ha demostrado que de independencia judicial, cero, y de que es capaz de manejar las leyes y los autos a su antojo, hasta el punto de hacer sospechar, seriamente, que puede haber caído en un delito de prevaricación.
«Prevaricación es el delito que comete un funcionario público cuando dicta a sabiendas una resolución injusta. (...) Es por lo tanto lógico que cuando quien prevarica es un juez nos hallemos frente a un caso especialmente grave». La frase la he entresacado de un artículo que el socialista Josep María Sala les dedicó a los jueces que lo condenaron. Tiene enjundia, porque define perfectamente lo que ha ocurrido con el encarcelamiento de la nueva cúpula de Batasuna (...).
¿Se acuerdan del famoso auto por el que el juez encarceló a toda la mesa Nacional de HB a la que luego el Supremo puso en libertad porque, en efecto, había errores de bulto? Pues en ese mismo auto se ha fundamentado para llevar a cabo esta nueva acción contra el entorno de la pandilla de canallas. ¿Por qué lo ha hecho? Porque le convenía al Gobierno, igual que le convenía hace unos meses que no lo hiciera. (...)