Afectados por el amianto exigen en París «indemnizaciones integrales»
Miles de personas exigieron ayer en París una «indemnización integral» por los accidentes de trabajo, en una manifestación que reunió a alrededor de 20.000 personas, según los organizadores. Víctimas del amianto denunciaron el uso del mineral hoy en día.
GARA |
Los manifestantes que se dieron cita ayer entre Montparnasse y Tulleries interpelaron directamente al presidente francés, Nicolas Sarkozy, indicándole que la «Francia que madruga enferma en el trabajo».
Miembros de las organizaciones Fnath y de Andeva (víctimas del amianto) abrían la marcha en sus sillas de ruedas con una pancarta en la que se leía: «Las víctimas tenemos algo que decir». Entretanto, viudas de víctimas del amianto portaban retratos de sus esposos muertos de manera prematura por la acción del peligroso mineral.
Los manifestantes reclamaron una «indemnización integral», similar a la de los accidentes de tráfico, en lugar de la indemnización general utilizada en la actualidad.
El secretario general de CGT, Bernard Thibault, manifestó que «últimamente algunos políticos se esfuerzan en recordarnos los méritos y el valor del trabajo, pero nosotros podemos decirles cuál es la realidad del trabajo». «Las indemnizaciones de los empresarios deben de estar a la altura de los perjuicios generados por la organización del trabajo, pero contrariamente a los compromisos asumidos no siempre se reconocen los trabajos penosos», añadió.
Por su parte, el presidente de Andeva, François Desriaux, indicó, parafraseando a Sarkozy que la «Francia que madruga enferma en el trabajo. Los trabajadores no quieren trabajar más para ganar más, quieren trabajar mejor para no llegar enfermos a la hora de jubilarse».
En la actualidad, según Desriaux, «existen tres millones y medio de situaciones en las que los trabajadores están expuestos a productos cancerígenos en el lugar del trabajo».
«¿Cómo puede afirmar el primer ministro que la mayor injusticia son los regímenes especiales de jubilación e ignorar que miles de asalariados nunca podrán aprovechar la jubilación a causa de una esperanza de vida reducida por las enfermedades profesionales?», indicó el presidente de Andeva.
Entre los manifestantes, Bernard Charbonnier, de 76 años, recordó cómo perdió un pulmón después de trabajar 30 años, entre 1956 y 1986, en una fundición de Renault en Mans, «donde el amianto es utilizado por toneladas todos los días sin ninguna protección».
La secretaría general del Parlamento Europeo ha encargado una investigación independiente para averiguar el «nivel exacto» de amianto en varias dependencias de su sede de Estrasburgo, según informó en un comunicado en el que aseguró que la presencia de este material «no supone riesgos para la salud pública» y que su eliminación tampoco supondrá gastos adicionales a cargo de su presupuesto.
La Eurocámara encargó el estudio después de conocer la existencia de niveles de amianto mayores a los previstos en algunas de las dependencias de dos edificios de su sede francesa -Winston Churchill y Salvador de Madariaga-.
Según indicó, cuando los dos edificios fueron adquiridos por la institución se llevó a cabo una inspección técnica que identificó amianto en «algunas salas con instalaciones técnicas». Sin embargo, en las obras para retirarlo que se llevan cabo en la actualidad ha resultado haber «más amianto del previsto originariamente».
En su comunicado advirtió que «el amianto encontrado no entraña riesgos para la salud pública» y que «la entrada en las salas en cuestión está restringida a personal especializado y el amianto será eliminado de la manera adecuada».
Bernard Charbonnier, de 76 años, recordó que perdió un pulmón tras trabajar durante 30 años en una fundición a causa del amianto. «Los dueños lo sabían, pero no lo decían», afirmó.