PORTLAND 37

TEKA 29

Portland San Antonio se tuvo que emplear a fondo en la segunda parte para superar al Teka y, sobre todo, a su guardameta, Dimitros Kaffatos, que firmó una actuación brillante durante la primera media hora del encuentro.

Los navarros comenzaron el partido dubitativos, jugando con mucha precipitación en ataque. Por contra, los visitantes se metieron antes en el choque, de tal forma que el electrónico fue registrando alternancias con pequeñas ventajas para una y otra escuadra, hasta que Ortigosa abrió la defensa cántabra en el minuto 13 (7-5), pero el Teka, sin demasiado esfuerzo, volvió a igualar.

El conjunto antoniano siguió sumido en el letargo, aunque un parcial de 3-0 obligó al técnico rival, Juan Domínguez, a solicitar tiempo muerto para impedir un posible despegue local. La interrupción surtió efecto: los goles de Brajkovic y Ben Amor permitieron que se fuera con un esperanzador 15-14 a vestuarios.

Matosevic, baluarte

Sin embargo, el panorama varió por completo tras el descanso. El Portland salió más animado y tuvo en su guardameta Matosevic a un baluarte. Sus intervenciones espolearon al resto de compañeros, que ajustaron su defensa para endosar un parcial de 9-2 en poco más de diez minutos y romper el envite al contraataque (23-16).

Pese a ello, el Teka no se dio por vencido y recortó distancias (27-22) cuando todavía quedaba mucho partido por delante. Pero una exclusión de Akos fue determinante para acabar con las expectativas cántabras de llevarse algo positivo de Iruñea.

Una vez que los visitantes bajaron los brazos ante la imposibilidad de dar la sorpresa de la jornada, los locales lo tuvieron bastante más fácil. Ruesga, junto a los extremos Carvajal y Ortigosa, dieron con sus goles un nuevo arreón al encuentro, esta vez definitivo.