Sólo la profundidad de banquillo de las locales y el cansancio de la goleadora Andersen permitieron que finalmente Itxako Navarra se hiciera con el triunfo, menos cómodo de lo que en principio puede dar a entender el marcador final.

A las de Ambros Martín se les atragantó la defensa abierta que plantearon las visitantes, que trajo consigo numerosas pérdidas de balón y episodios de precipitación. Las lizartarras no encontraron el ritmo adecuado, pero era cuestión de tiempo que la fatiga hiciera mella en el rival.

Además, el buen hacer de Cabezas en la dirección de las alicantinas se fue diluyendo a medida que fueron transcurriendo los minutos. Fue entonces cuando el Itxako, sin grandes alardes, fue aumentando la diferencia en el electrónico, repartiendo minutos y goles, y hasta permitiéndose el lujo de fallar dos penaltis.

Así, con mucha paciencia, las locales fueron abriendo brechas importantes tras el descanso -entre seis y siete goles de margen-, si bien hay que reconocer que en ningún momento padecieron en defensa, excepto por el acierto de Andersen.

A diferencia de las ilicitanas, el bagaje ofensivo de las de Lizarra fue mucho más repartido, ya que prácticamente todas las jugadores que participaron consiguieron anotar alguna diana. Ello permitió que el goteo de goles fuera continuo, mientras que el Elche se apagó en la misma medida en lo que lo hizo su goleadora danesa.

El parón liguero de este próximo fin de semana le vendrá muy bien al Itxako para seguir trabajando en la conjunción del equipo y en aquellos aspectos en los que la escuadra de Ambros Martín ha venido flojeando últimamente.