Liga ACB
A la séptima fue la vencida ante el incómodo Gran Canaria
Bilbao Basket hizo valer su juego colectivo para lograr el primer triunfo liguero en un choque gris
Arnaitz GORRITI | BILBO
A la séptima llegó la vencida. Iurbentia Bilbao Basket pudo, por fin, derrotar a Gran Canaria Grupo Dunas y, de paso, estrenó el casillero de triunfos de la liga 2007/08. En un encuentro gris, los «hombres de negro» hicieron valer un juego colectivo efectivo para minar de a poco a los canarios y derrotarlos por un ajustado 80-74.
Los bríos de Marcelinho Huertas dieron a los bilbainos un 7-0 de inicio ante un Gran Canaria que entró legañoso en la cancha. No obstante, ni Huertas tuvo quien lo acompañara, ni los de Salva Maldonado iban a estar siempre dormidos. Entre Guerra y Mario Fernández, los canarios superaron a los vizcainos para terminar el primer cuarto 13-16.
La calidad aumentó sensiblemente en el segundo período, con lo que se pudieron ver jugadas de verdadera clase por ambos bandos. Destacaron, por ejemplo, una penetración de Rancik con mate pleno de potencia, un «dos más uno» acrobático de Huertas, un robo del debutante Recker que aprovechó Savovic para colgarse, o un robo al alimón entre Savovic y el base brasileño que culminó en falta y dos tiros para el jugador cedido por DKV Joventut.
Sin embargo, la iniciativa en el marcador siempre era canaria, aprovechándose de que viajaban muchas más veces a la línea de tiros libres -hubo acciones ciertamente dudosas que el público pitó con manifiesto enojo- y de las numerosas pérdidas de balón locales. Al descanso el cuadro visitante campeaba en el marcador por un punto de ventaja: 37-38.
Frío tras el descanso
El partido se enfrió hasta la congelación en su reanudación. Los bases bilbainos no lograban dar a los suyos el brío necesario, pero el cuadro canario tampoco rompía el partido, metiéndose éste en un impasse. Además, los relojes de posesión se pararon, con lo que el juego se volvió más pestoso y errático.
El encuentro prosiguió con alternativas ventajas de un punto. El «intercambio de golpes» benefició a los locales, que llegaron por fin por arriba al último cuarto: 56-50.
Un triple de Rancik auguraría el apoteosis. La Casilla comenzó a creer en la victoria.
La ventaja bilbaina aumentaba poco a poco, y la sensación de que el triunfo era un hecho; más cuando Savovic «enchufó» un «tres más uno» que puso a La Casilla en pie. Aún llegaría el último arreón canario, pero no bastó para remontar.
Feliz y sereno a la par, Txus Vidorreta hizo una lectura muy comunal de la victoria ante Gran canaria Grupo Dunas, ya que destacó el trabajo de su plantilla como clave del triunfo.
«Esta victoria tiene una lectura muy clara: es un triunfo de los 13 jugadores que estamos ahí y que estamos trabajando todos los días. Este equipo está demostrando mucha solidez, tanto en el espíritu de equipo como en el trabajo defensivo».
Sobre la marcha del partido, el de Indautxu recalcó que «hemos sabido sobreponernos a las pérdidas, y ello ha permitido que el equipo llegara al descanso sólo un punto abajo. Tras el descanso, hemos sido un poquito mejores y, con juego colectivo en defensa y acierto, hemos podido ganar».
A. G.