Datos del Gobierno de Lakua y el de Nafarroa sirven para estimar que para 2010 la producción de energía eléctrica se sitúan 2,5 veces por encima del consumo previsto el mismo año. Esto demostraría, según LAB, que «el objetivo de las nuevas instalaciones proyectadas es la exportación, y que bajo el manto verde de la sostenibilidad que dicen perseguir, se sitúa la intención de favorecer negocios e intereses concretos, toda vez que supondrá graves afecciones ambientales, a la salud y a los ecosistemas, así como una mayor aceleración del cambio climático».

Así se expresó en Bilbo Jon Artetxe, de LAB Ingurumena, durante la presentación del informe ``Consecuencias del modelo neoliberal en el cambio climático y el modelo energético'', en la que también estuvo el miembro de la Ejecutiva del sindicato abertzale, Txutxi Ariznabarreta. Junto a ellos compareció Iñaki Saratxaga, de Gezia fundazioa, autora del documento.

Frente a este eventual escenario, «totalmente inaceptable y denunciable», Artetxe situó la necesidad de cambio en la política energética actual, «basado en la demanda y las necesidades reales del país, así como en favorecer la implantación de un sector energético público, con cabida para entidades menores como ayuntamientos y mancomunidades».

Junto a ello, LAB apuesta por energías alternativas y renovables y rechaza, entre otras, la producción nuclear, «que pasa hoy por la exigencia del cierre de la central de Garoña, verdadero peligro y espada de Damocles para la ciudadanía vasca». En este contexto llamaron a tomar parte en la manifestación del próximo sábado en Gasteiz.

En el informe se concluye que las politicas de las administraciones de Gasteiz e Iruñea «son insostenibles, pese a que hablan mucho de sostenibilidad», y considera que Hego Euskal Herria tiene «responsabilidad indiscutible» en relación al cambio climático.

«Lo contrario a lo que dice»

Txutxi Ariznabarreta recordó las palabras de Juan José Ibarretxe, quien en el contexto del Protocolo de Kioto sobre cambio climático que entró en vigor en 2005, dijo que «no podemos estar esperando, no podemos fallar», para afirmar a continuación que Ibarretxe «va por el camino contrario a lo que dice».

Muy lejos de la reducción en un 5,2% de las emisiones de gases de efecto invernadero globales sobre los niveles de 1990 para el periodo 2008-2012 que establece Kioto, LAB recordó ayer que el incremento en la emisión de gases desde 1990 a 2005 ha sido del 48% (45% en la CAV y 50% en Nafarroa). Las previsiones en Nafarroa, con la puesta en marcha de las centrales de Castejón, cifran en el 102% el incremento de los gases entre 1990 y 2010.

LAB acusó a Lakua de transmitir «un mensaje falso», al decir que las emisiones contaminantes son un 25% mayores que en 1990 y al estimar que para 2012 las emisiones bajarán un 14-15%. Según apuntaron, el Ejecutivo «no se fija en las emisiones directas de CO2», tal y como establece el protocolo de Kioto, y aporta datos de emisiones totales, es decir, resultado de la resta de la energía que se importa. Ariznabarreta subrayó que «no es un problema de gestión, sino que los gobiernos de Gasteiz e Iruñea son de derechas y responden a los intereses del gran capital y a los empresarios, sin tener encuenta los intereses de la ciudadanía. Las energías renovables dan más puestos de trabajo y son más sostenibles, pero no son del gusto del capital, que quiere negocio rápido».

Añadieron, además, que «el dinero para desarrollar esta política energética, así como el TAV, autopistas, autovías, incineradoras y térmicas sale de los trabajadores, es público, mientras que las políticas fiscales de UPN y PNV en vigor son antisociales. Es neoliberalismo puro».

LAB exige, a este respecto, «planes reales» en el sector energético, impulso a las energías renovables y «participación social real en el desarrollo de cualquier plan energético».