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Jakue Pascual Sociólogo

La vaca que ríe

Tras la intervención de la Ertzaintza contra el festival antifascista, arde Donostia. Barricadas, olor a humo y gasolina, como en los viejos tiempos. La policía vascongada se muestra impotente para contener la furia.

Los acontecimientos políticos se precipitan en Euskal Herria.Las elecciones de mayo habían expulsado de sus escaños a cientos de representantes de la izquierda abertzale. Un «robo a mano armada» -a juicio de ANV- que distorsiona la voluntad popular.

El PSN tontea con NaBai. Condición: la exclusión de ANV. La artimaña es aceptada cándidamente y el centralismo chulea la voluntad de cambio. Rajoy exige y el Ayuntamiento de Iruñea y el Gobierno continúan en manos de la extrema derecha regionalista. El PSN considera «improcedente» que un nacionalista presida el parlamento. Malestar en las bases del PSN. Sartaguda se salta la norma. Conclusión: Barcina hinca la bandera española en el suelo del salón de plenos.

La derecha pierde posiciones en Hegoalde. El apartheid impuesto a las candidaturas de la izquierda abertzale provoca que en numerosos ayuntamientos se rechace la toma de posesión de los escaños. Huelga en Ondarroa. Las traiciones hacen que el tripartito y el PNV entren en crisis. Josu Jon dimite, Ibarretxe revalida su apuesta difusa por la consulta y una contradictoria EA considera que es la hora de la «desobediencia».

Ultima reunión, 21 de mayo. El PSOE rechaza cualquier acuerdo y ETA da por finalizado el alto el fuego. A partir de este momento se internacionalizan las detenciones y se multiplican los arrestos. Se interceptan varias furgonetas con explosivos y se habla de infraestructura portuguesa. Se especula con la comisión de atentados que generen alarma y se producen avisos de bomba en aeropuertos, carreteras y vías férreas que siembran el caos. La policía gala captura al supuesto aparato logístico de la organización y desmantela una fábrica de explosivos. Se busca por todo Castelló a un miembro de ETA huido de un control. Mientras, explotan artefactos al paso del Tour, en el cuartel de la Benemérita en Durango, en la sede de Defensa en Logroño, en la comisaría de la Ertzaintza de Zarautz y se sustrae nitrometano en Francia.

En este periodo el portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi es «arrestato per vendetta» («Peace Reporter»). Se activa el sumario 35/02 contra Batasuna y se pospone la decisión sobre las herrikos y el 18/98, a la par que EHAK y ANV son colocados en el punto de mira de la ilegalización. Tras las regatas, la Ertzaintza carga duramente contra una manifestación proamnistía y detiene a Juan Mari Olano. Posteriormente, y con la excusa de haber participado en dicho acto, serán apresados Joseba Alvarez y Oihana Agirre. Saltan las alarmas y el Gobierno español dicta la detención de los miembros de la Mesa Nacional de Batasuna. Dialéctica jurídica del amigo-enemigo de Carl Schmitt. Miles de personas saltan a la calle a mostrar su rechazo y se propaga la kale borroka.

Día de la Hispanidad: EGI se engalana de vaca ante los toros de Osborne. Y, tras la intervención de la Ertzaintza contra el festival antifascista, arde Donostia. Barricadas, olor a humo y gasolina, como en los viejos tiempos. La policía vascongada se muestra impotente para contener la furia. El desfile falangista por el Boulevard se vuelve imposible. El frente popular ha obtenido una gran victoria, la primera del nuevo milenio.

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