Llevan a cabo un proyecto para que una planta exótica no invada Urdaibai
La planta «Baccharis Halimigolia», más conocida como chilca o carqueja, es una especie originaria de América del Norte. Sin embargo hoy en día invade varias zonas de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. Lakua ha puesto en marcha un proyecto para eliminarlo.
GARA |
El Departamento de Medio Ambiente de Lakua en colaboración con la Obra Social de La Caixa, está llevando a cabo un proyecto piloto como primer paso para la eliminación de la planta exótica invasora Baccharis Halimifolia -más comúnmente conocida como chilca o Carqueja-, en la ría de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. Concretamente la actuación se está realizando sobre las parcelas de Barrutia y Atxaga, si bien 88 hectáreas ya están afectadas.
Según han explicado los responsables del proyecto, esta planta «produce importantes daños en la diversidad biológica debido a que modifica la dinámica natural de los ecosistemas, a menudo sin encontrar enemigos naturales». Entre los efectos observados destacan el desplazamiento de las especies autóctonas y que su proliferación acelera el proceso de restricción del área inundada y, por lo tanto, la paulatina reducción del prisma de marea.
Los expertos afirman que esta especie produce semillas en gran cantidad y además muy tempranamente, lo que favorece su porcentaje de éxito y supervivencia llegando a colonizar amplias extensiones de terreno. Además, cuenta con otro tipo de características que facilitan su expansión, como su capacidad para la dispersión a larga distancia de las semillas por el viento y el agua, y la de soportar temperaturas de germinación relativamente bajas.
La especie, de tronco leñoso, es originaria de la costa atlántica de América del Norte. «Su hábitat natural está establecido desde Masachussets a Florida y hacia el lado oeste de Texas», afirman desde el Departamento de Medio Ambiente. No obstante, la planta Baccharis Halimifolia se introdujo a finales del siglo XIX en Australia con fines ornamentales, al igual que lo hizo a mediados del siglo XX en la costa cantábrica. «El origen del problema radica principalmente en la introducción en el territorio de la especie invasora por parte de empresas de jardinería y su posterior expansión en el territorio», aseguran. Por ello, otro objetivo del proyecto es sensibilizar y concienciar a los colectivos implicados y a los ciudadanos en general respecto a esta problemática.
Las zonas más sensibles invadidas son los humedales y, por lo tanto, las consideran prioritarias. En esta primera fase, se está realizando una «evaluación rigurosa y científica» de la respuesta del sistema, con el objetivo de que los resultados obtenidos sirvan de referente en el diseño y ejecución de las actuaciones posteriores.
El proyecto también busca «la integración social de los discapacitados», y es que se pretende que sean «miembros de este colectivo los protagonistas».